Carta por la Campaña Yo te cuido

 

A la comunidad de Fe y Alegría Argentina:

 

En Fe y Alegría sabemos que una palabra puede encender o apagar la esperanza en el corazón de una persona. Puede educar, animar, curar; pero también puede herir, aislar o destruir. Y hoy, más que nunca, las palabras viajan lejos y rápido: lo que decimos o escribimos en segundos, puede resonar durante años en la vida de alguien. Por eso, en este 2025, lanzamos una nueva edición de la campaña “Yo te cuido”, poniendo el foco en un compromiso urgente y profundo: cuidar nuestras palabras, en lo presencial y en lo digital. Porque el buen trato no es solo lo que hacemos con nuestras manos, sino lo que construimos con nuestra voz, con nuestros mensajes, con nuestros silencios.

Somos conscientes de que cada uno de nosotros tiene el poder (y el deber) de elegir palabras que construyan y no destruyan. Lo que uno dice o calla no es neutro, deja huella en el otro. Por eso afirmamos que todas las personas somos protagonistas del buen trato, sin excepción. Nos duele y nos preocupa la violencia verbal que muchos niños, adolescentes y adultos viven a diario: las burlas naturalizadas, los comentarios humillantes, los mensajes ofensivos en redes y chats, el hostigamiento que se esconde detrás de la pantalla. Pero también sabemos que esta realidad puede transformarse, que podemos elegir ser una comunidad que cuida, que repara, que nombra con respeto, que hace de cada palabra un acto de dignidad.

La campaña que impulsamos este año busca promover el buen trato verbal en cada aula, patio, reunión o chat; visibilizar y prevenir la violencia verbal; concientizar sobre el impacto emocional (muchas veces invisible) que deja lo que decimos o callamos; y fomentar una comunicación positiva y responsable. Sabemos que “cómo hablamos, educa; cómo escuchamos, también”. Por eso, esta movida es una invitación a toda la comunidad —estudiantes, familias, docentes, directivos, voluntarios, aliados— a hacer del lenguaje un lugar seguro, un refugio, una oportunidad para que cada persona se sienta «mirada y nombrada con amor».

Cuidar las palabras es cuidar la vida. Que, en este tiempo, todos juntos podamos elegir que ninguna palabra nuestra hiera. Que cada palabra nuestra acompañe, ilumine, abrace, porque cada palabra cuenta.

 

Cordialmente,

Fernando Anderlic

Director Nacional

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