Fe y Alegría trabaja con comunidades vulnerables porque cree en la dignidad de todas las personas y en su capacidad de transformar su realidad. Nuestro compromiso es acompañar procesos de formación, organización y defensa de derechos en territorios donde las desigualdades son más profundas. Por eso estamos presentes en Cerro Otoe, la comarca Ngäbe-Buglé, Río Sereno, las zonas misioneras del Vicariato Apostólico de Darién y en comunidades de la cuenca del Río Pacora.
Nuestro trabajo se inspira en el Programa de Hospitalidad de la Red Jesuita con Migrantes (RJM), que propone una repuesta integral al fenómeno migratorio, basadas en los principios de acoger, proteger, promover e integrar. Desde esta perspectiva, la hospitalidad no es solo una respuesta asistencial, sino una práctica ética y política que nos invita a reconocer al otro como hermano. En nuestras acciones, esto se concreta en la escucha activa, el apoyo a personas migrantes en tránsito o refugio, y en el fortalecimiento de comunidades que acojan desde la justicia.
Como parte de este acompañamiento, desarrollamos el programa radial Caminos de Encuentro, un espacio educativo y comunitario que fortalece la conciencia crítica, la participación ciudadana y el tejido social. A través de la radio, generamos diálogo, reflexión y formación para las comunidades, especialmente en aquellas donde el acceso a otros medios es limitado. Nuestro objetivo es seguir sembrando esperanza donde más se necesita.
