Yorgelis Cogollo | Referente de Comunicaciones Fe y Alegría Escuela
Un total de 4.108 estudiantes de sexto año fueron incorporados a sus prácticas profesionales como parte del área de aprendizaje «Práctica Vocacional y Profesional». Esta experiencia constituye un paso fundamental en la formación de los jóvenes, quienes se preparan para obtener el título de Técnico Profesional en las distintas especialidades que ofrece la red de escuelas técnicas.
Gracias a una sólida relación entre Fe y Alegría y el sector empleador, se logró que para el mes de octubre la totalidad de los estudiantes de sexto año fueran ubicados en actividades relacionadas con su especialidad y mención.
En total, 1.426 empresas y organizaciones abrieron sus puertas para recibir a los jóvenes, brindándoles espacios de aprendizaje y práctica que fortalecen sus competencias y los preparan para enfrentar los retos del mundo laboral.
Con esta iniciativa, Fe y Alegría reafirma su compromiso de ofrecer una educación de calidad, vinculada con la realidad social y económica del país, y de garantizar que cada estudiante tenga la oportunidad de aplicar lo aprendido en escenarios concretos.
La colocación de más de 4.000 estudiantes en prácticas profesionales no solo representa un logro institucional, sino también un aporte significativo al desarrollo de comunidades y sectores productivos, que se benefician del talento y la energía de una nueva generación de técnicos profesionales.
Actualmente, Fe y Alegría cuenta con 92 escuelas técnicas distribuidas en todo el país, donde se imparten cinco grandes áreas de formación: Industrial, Salud, Agropecuaria, Economía Social y Artes. Estas especialidades responden a las necesidades de las comunidades y del sector productivo nacional, ofreciendo a los estudiantes una preparación integral que combina teoría y práctica.
Una formación con impacto transformador
Las prácticas profesionales tienen una duración de 1.440 horas académicas, equivalentes a 36 semanas, y su aprobación es requisito indispensable para la obtención del título de Técnico Profesional. Se desarrollan bajo la metodología de investigación-acción participativa y transformadora, que busca no solo formar competencias técnicas, sino también fomentar el compromiso social y la capacidad de los jóvenes para generar cambios positivos en sus entornos.
Este proceso representa una fase de aplicación de conocimientos en contextos reales de producción, fortaleciendo la articulación entre educación y trabajo. Las prácticas se realizan en empresas, organismos e instituciones públicas y privadas, las cuales deben cumplir con condiciones pedagógicas, logísticas y legales para garantizar el bienestar, la seguridad y el aprendizaje significativo de los estudiantes.
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