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Fe y Alegría: 70 años de aporte a la educación popular venezolana

Texto: Javier Barrios | Equipo de Comunicaciones de Fe y Alegría Venezuela

Fotos: Daniela Falcón | Equipo de Comunicaciones de Fe y Alegría Venezuela

 

Con una destacada participación de expertos y promotores de la educación popular, el primer bloque del Foro Pedagógico, desarrollado este 4 de diciembre, abordó el tema “Conociendo el aporte de Fe y Alegría a la educación venezolana”. El encuentro resaltó la historia, los desafíos y los logros de esta organización en el contexto nacional.

 

El conversatorio fue dirigido por el profesor Rafael Peña, director del Escuela Técnica Industrial San José Obrero de Fe y Alegría, y contó con las intervenciones de Jesús Orbegozo S.J., director de El Economato Provincial de la Compañía de Jesús; Luisa Pernalete, integrante del Centro de Formación e Investigación Padre Joaquín (CFIPJ), y Mariano Herrera, director del programa “Leo, juego y aprendo” de la Universidad Metropolitana.

 

Los invitados coincidieron unánimemente en que el movimiento Fe y Alegría ha realizado una contribución significativa a la mejora de la educación nacional. Este éxito se sustenta en sus pilares de perseverancia, compromiso, valentía y mística.

 

Aportes en el conversatorio

 

Jesús Orbegozo S.J.: Construir unidos la esperanza de Dios

 

 

El padre Jesús Orbegozo, S.J, ecónomo provincial de la Compañía de Jesús en Venezuela, subrayó la importancia de mantener una actitud inquieta y en constante búsqueda de respuestas ante las necesidades sociales y educativas.

 

“Tenemos que estar siempre inquietos y en la búsqueda de nuevas respuestas. Debemos construir unidos la esperanza en Dios”, enfatizó.

 

En ese sentido, expresó la gran satisfacción de Fe y Alegría al celebrar 70 años de trayectoria, si bien reconoció que aún queda un camino significativo por recorrer en materia educativa. Desde su experiencia, compartió que Fe y Alegría nació en el sector 23 de Enero de Caracas como una respuesta concreta a la dispersión y vulnerabilidad de los niños y niñas en medio de una situación compleja en Venezuela.

 

Destacó que la organización ha desarrollado diversos programas que abarcan desde la educación en escuelas tradicionales, la educación radiofónica para jóvenes y adultos, hasta centros de capacitación laboral y educación universitaria.

 

Orbegozo, quien se desempeñó como rector de los institutos universitarios de Fe y Alegría, recordó con emoción la primera convocatoria para la educación universitaria, donde 1.500 jóvenes manifestaron interés por cursar estudios, aunque solo pudieron ofrecer 300 cupos. “Esa experiencia fue un llamado a seguir fortaleciendo una educación popular con un fuerte sentido ético, pedagógico y político”, expresó.

 

Destacó además que la diversidad y la capacidad de adaptación de Fe y Alegría a las realidades locales, sin perder su espíritu de unidad, han sido claves para su expansión en más de 23 países, con miras a llegar a más regiones. “Hay una fe que traspasa corazones, que nos une y nos hace sentir que estamos en una misma propuesta de dar una respuesta significativa a las realidades que nos interpelan profundamente”, destacó.

 

El exdirector de Fe y Alegría en el periodo 1998-2004 expresó que la clave del éxito radica en la fe, la esperanza y la colaboración entre comunidades, instituciones y actores educativos, impulsando un cambio social duradero. “Nunca debemos perder la inquietud ni la esperanza en Dios. Solo así podremos seguir construyendo, unidos, una realidad más humana y solidaria”, concluyó.

 

Luisa Pernalete: La colaboración y la innovación como pilares del cambio educativo

 

 

Pernalete compartió su experiencia sobre la transformación de la educación en Venezuela a través de Fe y Alegría. Resaltó que, desde sus inicios, la organización ha motivado a los jóvenes a seguir estudiando y a defender el derecho a la educación, promoviendo la colaboración y la innovación como estrategias fundamentales.

 

“Hay que seguir soñando los anhelos, el ingenio y la ilusión hasta que el cuerpo aguante”, insistió Pernalete.

 

Además, reflexionó sobre la importancia de las alianzas con diversas instituciones y comunidades, y de la valentía para innovar y enfrentar los desafíos. Citó como ejemplo la apertura de una escuela en Cojoro, Guajira, en 1992, una zona de difícil acceso y con poca infraestructura educativa. “Fe y Alegría contribuyó a que, después de 400 años, las comunidades indígenas recibieran educación de calidad”, afirmó.

 

Otra experiencia significativa fue la creación de la escuela en Brisa del Orinoco, en el estado Bolívar, que surgió en un barrio sin instituciones educativas. Este proyecto enfrentó obstáculos administrativos y logísticos, pero triunfó gracias a la perseverancia y el apoyo comunitario. Pernalete enfatizó que atender el entorno y el contexto es fundamental para orientar los esfuerzos y lograr cambios duraderos en la educación.

 

Mariano Herrera: evidencia de la calidad y el impacto de Fe y Alegría

 

 

Mariano Herrera, desde su rol en la Universidad Metropolitana, destacó que la eficacia de Fe y Alegría se evidencia en su liderazgo en áreas menos conocidas, como el clima escolar. Relató cómo una evaluación financiada por el Banco Mundial, realizada hace algunos años, mostró que las escuelas de Fe y Alegría lograban mejores resultados en aprendizaje que las escuelas públicas cercanas, especialmente en contextos vulnerables.

 

El programa “Leo, Juego y Aprendo” y las Olimpíadas Recreativas de Lengua y Matemática son ejemplos concretos del impacto de Fe y Alegría en la reducción de brechas educativas.

 

“Es preferible que un niño de vulnerabilidad socioeconómica estudie en Fe y Alegría que en un colegio público”, afirmó Herrera, resaltando la eficacia y la calidad de sus programas.

 

Asimismo, destacó que el clima escolar, entendido como la calidad de las relaciones y el ambiente en las instituciones, es un factor determinante en el éxito de la organización. “El clima escolar influye directamente en los resultados y en la permanencia de los estudiantes”, concluyó el profesor Herrera.

Perspectivas

 

Al cierre, los ponentes indicaron que el compromiso colectivo y la innovación continúan siendo las claves para construir un sistema educativo más justo, equitativo y de calidad.

 

Para los invitados, estos diálogos son una oportunidad para renovar el compromiso con la educación popular y seguir fortaleciendo las acciones que contribuyen a cerrar brechas y promover el desarrollo integral de las comunidades más vulnerables.

8 de diciembre de 2025

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