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En el Día de la Confianza le subimos el volumen a nuestra fe

En el Día de la Confianza le subimos el volumen a nuestra fe

Estudiantes, docentes, voluntarios, familias y trabajadores de la educación de Fe y Alegría, al ritmo de la canción Súbele el Volumen a tu Fe y con mucho entusiasmo, participaron activamente en el Día de la Confianza.

El pasado 3 de noviembre del 2023, las escuelas, los institutos universitarios, las radios, centros Capacitación y oficinas hicieron un alto para vivir un momento de encuentro que nos permita visibilizar, reafirmar y celebrar nuestra misión educativa. Este año a nuestro encuentro lo llamamos Día de la Confianza, súbele el volumen a tu fe.

Yralis Pinto aseguró que la experiencia ratifica el trabajo y la misión, pues “ante las situaciones adversas, la crisis compleja que vivimos y que afecta la vida en diferentes dimensiones, en Fe y Alegría Venezuela estamos buscando constantemente aquello que nos ayuda a vivir con sentido y alegría la vida y la misión”.

Nos reunimos más de siete mil personas para agradecer y expresar que somos mujeres y hombres a quienes nos sostiene la fe y a reflexionar en torno al tema de la confianza como base de las relaciones, el Movimiento y el país.

Siempre es posible vivir diferente, ser personas que confían en otras, en sus compañeros de misión, en los niños, en los jóvenes, en las familias de los estudiantes, en los colaboradores, en la vida con sus posibilidades, sobre todo, en Dios.

Confiamos porque no estamos solos

Nuestro encuentro estuvo iluminado por la palabra de Dios con el texto de Mt 7, 7-8, en el que el Señor nos invita a cultivar la confianza a través de tres acciones: pedir, buscar, llamar. Nos preguntamos, como Movimiento, ¿Qué necesitamos pedir, buscar y llamar? Lo construimos colectivamente y lo presentamos como oración comunitaria.

“El Día de la Confianza fue una experiencia grande. Yo día a día vengo cargada con las preocupaciones, las tribulaciones, pensando cómo resolver… y vivo pidiendo y pidiéndole al Señor.  Para mí fue como una brisa suave y sentí que el Señor me decía: no estás sola, ánimo, yo estoy aquí, yo te sostengo”, contó María Amundarayn, docente del centro Madre Alberta en Cumaná, estado Sucre. 

La alegría se notó en los bailes, juegos, cantos, dinámicas, el compartir fraterno y creatividad desbordada que hubo en la ambientación de los lugares y  pequeños detalles de organización.

El 3 de noviembre se volvió a ver que la palabra de Dios es eficaz. Lo que dice, lo hace. “Donde dos o más estén reunidos en mi nombre, allí estoy en medio de ellos”, así lo experimentamos.

“Me sentí reconfortada. Sé que podré crear esa confianza con mis representantes y compañeros, transmitir esa fe, poniendo nuestro granito de arena, podemos lograr lo que nos proponemos este año escolar”, aseguró María como otros miles de trabajadores, estudiantes y familias que confían en el movimiento y mantienen viva la misión.

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