Lenys Carolina Martínez | Periodista de la Red Nacional de Radio Fe y Alegría
Jhesika Ladera estudió en el colegio Juan Pablo II de Fe y Alegría, que se ubica en la carretera vieja Caracas – La Guaira. Actualmente vive en la ciudad de Roma, Italia, y este sábado 20 de septiembre abrió su corazón para contar sobre su paso por este movimiento educativo.
Ladera expresó al programa Alianza por la Educación que transmite Radio Fe y Alegría Noticias que se sentía muy feliz no solo por la entrevista sino por los recuerdos que le trae su colegio y, sobre todo, por las enseñanzas que hoy practica. En Roma trabaja en el área de turismo y siente curiosidad a diario por la gastronomía italiana.
Recuerda con afecto y agradecimiento a su maestra de preescolar y primer grado, Alexandra Uzcátegui. “Mi paso por el colegio resultó ser la base fundamental para toda mi vida. Tengo recuerdos intactos, maravillosos. Cada maestro me dejó una enseñanza y no me alcanzan las palabras”, dijo.
Tiene 33 años de edad y, hasta sus 25, vivió en este populoso sector de la carretera vieja Caracas – La Guaira. Contó que en ese colegio estudiaron varias generaciones de su familia: hermanos, sobrinos e hijos de sus sobrinos.
Otra de las actividades que asaltó su memoria durante la entrevista fue la rifa. “Nos llevaban al Aeropuerto Internacional de Maiquetía para vender la rifa. Eso era un reto gigante y mucho más saber que eso era un beneficio para todos”, expresó.
Los sentimientos de Jhesika Ladera afloraron mucho más cuando recordó que su maestra María Clavijo le enseñó no solo a multiplicar, sino también que la puso como ejemplo ante otros cursos por su manera en la que aprendió las tablas. “Es un recuerdo intacto” (se le quiebra la voz) y prosiguió que siempre en su colegio resaltaban las virtudes de los estudiantes. “Nos impulsaban a ser mejor”, añadió.
“La puntualidad. Cuando nos formaban y rezábamos todos los días, nos decían que debíamos llegar temprano. Esto resultó ser una enseñanza para toda la vida que hoy en día valoro la puntualidad como un tesoro. Actualmente no me permito llegar tarde ni dejar a otro esperando”, expresó.
Ladera asegura que la escuela es la base de la vida. “Mi colegio era mi lugar feliz. Todas las actividades tenían mucho sentido, tanto las escolares hasta las recreacionales. Eso es algo que actualmente combino. Para mí Fe y Alegría es lo mejor y a mí me dio muchísimo”, resaltó.
A juicio de Ladera, cada maestro de Fe y Alegría o al menos en el colegio donde estudió, cada uno de ellos tiene el compromiso no solo de enseñar sino también hacer seguimiento y acompañamiento a cada estudiante. “Es una suma de muchas cosas: constancia, fe, buen rendimiento y el colegio lo ha hecho durante años. Fe y Alegría debe seguir expandiéndose y que muchas personas tengan el privilegio de ser parte”, expresó.
Caracas, 22 de septiembre de 2025
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