Síguenos:

Celebramos el Día del Educador

Los educadores son personas de gran valor para la construcción de sociedades prósperas y dignas. Este rol del educador es fomentado y reconocido desde las prioridades institucionales de Fe y Alegría Guatemala. Educar en la vulnerabilidad es una misión con fundamento en la esencia del movimiento.

 

Por eso, Fe y Alegría Guatemala reconoce la labor del educador en la vida de sus estudiantes recordando la frase del P. José María Vélaz “El aula es ante todo el maestro, no las paredes, ni los libros, ni los pupitres. El aula son el maestro, los compañeros, el alumno y el quehacer común”.

 

El rol del educador en Guatemala

Para Fe y Alegría, el educador se reconoce como una persona que guía y motiva a los estudiantes a construir su personalidad para desarrollarse plenamente a lo largo de su vida, es un hecho que la influencia del educador tiene mucho que ver en el desempeño de los ciudadanos de una sociedad.

 

«Nosotros los educadores, independientemente del cargo que tengamos, una vez que trabajen en educación, los insto a que se animen, que se atrevan a hacer el cambio, que sean ejemplo para transformar el futuro de la comunidad» Juan Isidro Chivalán

 

Se educa con el ejemplo

En palabras del educador de Fe y Alegría en Santa Lucía la Reforma, Totonicapán Juan Isidro Chivalán, se confirma la influencia que tiene el educador en la vida de los niños y niñas, así como en las comunidades en las que trabaja: “Trabajamos con padres de familia y con estudiantes en muchos proyectos fomentados por Fe y Alegría para afrontar las necesidades educativas. El maestro predica con el ejemplo, cuando uno da el ejemplo la comunidad dice “pero si él está haciendo esto, nosotros podemos hacerlo’ porque no tiene sentido el solo decir y no actuar; lo que me ha funcionado a mí es el dar el ejemplo a toda la gente”.

 

Juan Isidro es un referente de educación y de la igualdad de derechos en su comunidad, la cual tiene un alto porcentaje de mujeres analfabetas y con cultura machista muy arraigada, sin embargo, en su quehacer educativo ha encontrado la manera de ir cambiando las apreciaciones y conductas de su entorno: “Si nosotros ponemos de nuestra parte, se logrará un cambio en nuestra comunidad; en nuestra comunidad muchas mujeres quieren salir adelante, quieren hacer más, pero el no saber leer ni escribir les impide involucrarse en el desarrollo de la comunidad. A razón de ello es que yo me propuse y me dije: hay que hacer un cambio”.

 

El modelo de Fe y Alegría considera que el rol del educador debe transcender fronteras, debe ir más allá de modelos educativos rígidos, debe promover nuevas maneras de educar para atender a los distintos sectores poblacionales que se encuentran en desventaja. Muchas veces la presencia educativa en sectores de amplia vulnerabilidad y marginación suele ser únicamente el educador, pues no se cuenta con escuelas o con aulas dignas para los niños y niñas.

 

La escuela son los educadores y estudiantes

Ahora más que nunca y por toda la emergencia y consecuencias causadas por la pandemia COVID19 está claro que las brechas en educación son más grandes, sin embargo, no deben ser limitantes para los educadores. Los desafíos actuales proponen innovar en diversas áreas que conforman el quehacer educativo en Fe y Alegría Guatemala, este compromiso implica ir más allá de la mecánica pedagógica, hacer más por las sociedades priorizando la dignidad humana.

 

Por ejemplo, Sergio Cárdenas educador de Fe y Alegría Guatemala que trabaja en una de las zonas más peligrosas y vulnerables de la ciudad, en la zona 18, se refiere al trabajo realizado por él durante los momentos más álgidos de la emergencia por la pandemia y cómo a pesar de las vicisitudes demostró resiliencia para seguir priorizando la educación de los jóvenes y no al entorno o espacio físico para llevar a cabo su labor educativa.

 

“Estoy complacido de haber dirigido a un grupo de estudiantes que siempre se dedicaron en hacer las cosas bien a pesar de la pandemia. Me llena de esperanza tener a Érick, un joven que trabaja en un camión como recolector de basura pero todas las noches me escribe -por Whatsapp- para saber qué hay que hacer; me llena de esperanza saber que tengo a Marlon, un joven que trabaja en un camión acarreando piedra y cuando llega por la noche, me escribe preguntando qué debe hacer para cumplir con su educación; me llena de esperanza tener a Marleny que trabaja en una tienda y que con el poco tiempo que tiene siempre atiende a su educación cumpliendo con las guías didácticas”.

 

Así como Sergio lleva a cabo su labor, lo fundamental está en reconocer verdaderamente cuál es el rol del educador: “me llena de esperanza saber que los jóvenes quieren seguir adelante, me llena de esperanza saber que hay una institución que me respalda, me llena de esperanza saber que mis compañeros siempre están conmigo solidarios ¡Eso me llena de esperanza!”.

 

25 de junio: Día del Maestro en Guatemala

El día del maestro se conmemora en Guatemala cada 25 de junio desde el 2006, sin embargo, esta misma fecha ya era considerada en los festejos escolares desde 1953. Este día quedó instaurado como el Día del Maestro en Guatemala debido a la muerte de la maestra María Chinchilla Recinos quien murió a causa de una represión contra manifestaciones pacíficas ejercida por el gobierno de Jorge Ubico el 25 de junio de 1944. Posteriormente, la Asociación Nacional de Maestros de Guatemala acordó que el Día del Maestro sería celebrado cada 25 de junio valorando el suceso de Chinchilla Recinos como un “acto heroico y de civismo en el que muere una maestra por construir una patria digna”.

 

“El compromiso de los educadores de Fe y Alegría con la transformación social no nace de una teoría o una ideología, sino de una mística explicitada en valores concretos. Son personas que viven los valores movidos por una espiritualidad que les hace capaces de solidarizarse, compadecerse y vivir al servicio de los demás y de un mundo mejor”.

 

XLVIII Congreso Internacional de Fe y Alegría

©2024 Todos los derechos reservados