Fuente: Fe y Alegría Nicaragua Iniciativa de género
Fe y Alegría Nicaragua se enmarca en el compromiso y la participación por la mejora de la calidad educativa, generando debates, reflexiones desde y para la comunidad, compartiendo experiencias, aprendiendo de nuestros procesos y dando respuesta a las realidades que nos afectan desde el quehacer institucional.
Partiendo de esta premisa, una de esas realidades latentes en nuestras comunidades y centros educativos es la violencia de género. Para este año 2020, desde nuestras 15 prioridades institucional una de nuestras acciones de trabajo es la prevención y deconstrucción de las violencias basadas en género.
En febrero, con la participación de 67 mujeres y 8 hombres docentes de primaria y secundaria de los centros educativos: Colegio Nuestra Señora del Rosario (CNSR) y Escuela Belén, ambos de Fe y Alegría Nicaragua, se desarrolló un proceso de formación/reflexión con la temática “Pedagogía de la ternura y la prevención de la violencia contribuyen a la igualdad-equidad de género”.
“Con estas metodologías podemos identificar y deconstruir abusos que se dan en el contexto educativo, para ello es importante transformar esos aprendizajes que socialmente nos han inculcado a asumir en desigualdades, discriminación y violencias por el hecho de ser mujeres o ser hombres” expresó un docente del CNSR.
Durante todo el proceso se logró compartir y realizar diversas actividades que permitieron flexionar sobre la construcción de la igualdad-equidad de género entre hombres y mujeres como forma de prevención de la violencia.
Todas las actividades se enfocaron en la combinación de ejercicios prácticos y teóricos a partir de la metodología de “Transformación en clave de Igualdad y Paz” propuesta que contribuye al crecimiento y desarrollo de una comunidad educativa que construye una cultura de igualdad y paz a través de prácticas pedagógicas y dinámicas socio-afectivas.
Como resultado de esta actividad se logró identificar y contextualizar que desde las aulas de clases es importante desarrollar procesos de acompañamiento desde lo emocional a lo académico, dado que la prevención de la violencia parte por el reconocimiento de la misma.
Desde nuestro quehacer educativo nos sentimos comprometidos/as para seguir generando reflexiones y promover relaciones de sana convivencia y de autocuido, sin ejercer ni recibir ningún tipo de violencia.