Las condiciones no han sido favorables debido a que muchas familias han sido afectadas por los estragos que dejaron las lluvias, perdiendo sus pertenecías e incluso sus viviendas. Alrededor de 15 personas perdieron la vida y 7 desaparecieron durante las inundaciones y los deslizamientos de tierra por residir en zonas vulnerables y de alto riesgo. Adicional a esto, miles de personas fueron evacuadas mientras los ríos y las calles de sus pueblos o ciudades se vieron inundadas por las fuertes lluvias que azotaron al país.

Los sistemas de evacuación y rescate se vieron alterados por la presencia de la pandemia del coronavirus, lo que ha dificultado que las labores de rescate sean inmediatas. Estas condiciones han provocado temor en los salvadoreños, ya que un total de 1,200 personas no desean ir a los albergues habilitados a nivel nacional por temor a contagiarse por las aglomeraciones en estos lugares.