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19 junio 2020

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Corresponsabilidad y paternidad…Un reto para la igualdad.

En Fe y Alegría además de felicitar a todos los padres queremos invitarlos a participar en la economía del cuidado activamente. Los padres somos corresponsables de las tareas domésticas, la afectividad, el cariño y la escucha en nuestro hogar. Esta es una tarea de todos.

Por: Jesús Castellón – Iniciativa de Género con apoyo de comunicaciones FIFyA

 

La celebración del día del padre se ha convertido año tras año en una actividad comercial, dejando a un lado un análisis del trasfondo del significado del ser padre; por eso desde la iniciativa de género de la Federación Internacional Fe y Alegría queremos rescatar la importancia de esta figura (Papá) en este contexto de pandemia.

 

La economía del cuidado aún sigue estando a cargo de la mujer. Desde siempre se viene planteando la diferencia entre lo masculino y lo femenino, reproduciendo sistemáticamente nociones convencionales (Bonder 1998:2) desde una óptica biologista, binaria y jerárquica que asume a la mujer situada en un estamento inferior, devaluado, discriminado y subordinado.

 

Esta crisis sanitaria ha permitido que los hombres nos quedemos en casa, obligándonos a permanecer, en lo que según las teorías de género han sido el espacio privado, sin embargo los hombres hemos sido educados para el espacio público, lo que no nos ha permitido desarrollar las habilidades del cuido; por eso como Fe y Alegría queremos hacer el llamado a los hombres de todas las edades a darse cuenta que el cuidado de la familia es sumamente importante y no es un asunto menor; los hombres debemos ser corresponsables de todo el cuidado y las tareas domésticas, la afectividad, el cariño y la escucha es también responsabilidad de nosotros.

Foto: Fe y Alegría Ecuador

Hoy más que nunca nos damos cuenta de la importancia de trabajar con los hombres para que se involucren en la consecución de igualdad y la equidad, es evidente que no todos los hombres estamos preparados para cuidar y enseñar a nuestros hijos e hijas o hacer las tareas del hogar; lo que conlleva a asegurar que no estamos preparados como sociedad en cuanto a la igualdad y la equidad de género; sin embargo hoy más nunca los hombres debemos aprender a ver a las mujeres como iguales, reconocer el valor real de las mujeres, renunciar a los privilegios masculinos, potenciar el valor de lo femenino y constituirse en aliados de las mujeres para juntos aportar al logro de una igualdad real.

 

Por todo lo antes dicho es importante que los hombres (niños, adolescentes, jóvenes y adultos) nos involucremos de manera activa en todo lo correspondiente al cuidado y manutención del hogar, distribuyendo de forma equitativa las tareas, debemos instar a los hombres para que entiendan que aceptar que su esposa salga a trabajar y aporte económicamente en el hogar no es suficiente para generar relaciones de igualdad y de equidad; debemos también ser corresponsables con las actividades cuidado y manutención de la familia, porque la economía del cuidado aún sigue estando a cargo de la mujer.

 

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