17 de noviembre de 2021.

La red de Educadores y educadoras de Fe y Alegría se puso en marcha para responder de forma oportuna a los retos que presenta la educación en emergencia que se vive en el mundo. Durante la clausura de la XLVIII edición del Congreso Internacional se comprometieron a ir a las nuevas fronteras con propuestas innovadoras que respondan a las necesidades de los contextos de mayor vulnerabilidad.

La educación popular sigue siendo la respuesta para atender la crisis. La actual emergencia sanitaria, provocada por la COVID-19 y la inacción de los Estados, no solo alejan a las familias de la escuela, sino que profundizan las desigualdades sociales que generan opresión en las mayorías.

Durante el congreso, invitados y educadores del movimiento debatieron estrategias para ir a las nuevas fronteras, cómo llegar a los lugares sociales que no matriculan en las políticas públicas, cuál es la actitud que debe asumir el educador de Fe y Alegría para abordar estos espacios y con quién se puede alinear para trabajar en red de forma corresponsable.

Los desafíos pedagógicos que plantea la educación emergencia reivindican el rol del educador y de la escuela como lugar privilegiado para el aprendizaje y el fortalecimiento de las relaciones sociales. De igual forma, es imperativo atender y comprender el uso de los medios de comunicación, digitales y analógicos para fortalecer los procesos educativos. La edu-comunicación es la alternativa para llegar más y mejor en el nuevo modelo de virtualidad y distancias físicas.

Durante los días 26, 27, 28 y 29 de octubre, los educadores y educadoras también recibieron el respaldo de la Compañía de Jesús. El padre General, Arturo Sosa, S.J, fue enfático en remarcar la misión encomendada. El movimiento de Educación y Comunicación Popular Fe y Alegría tiene una Red de Educadores promoviendo espacios de reflexión y acción que contribuyan a garantizar el derecho universal a la educación.

Héctor Ignacio Escandell Marcano