El 20 de febrero se conmemora el Día Mundial de la Justicia Social, fecha a la que nos sumamos porque sabemos que una de las bases primordiales para su consecución es la educación de calidad.

La celebración de este día es apoyar la labor de la comunidad internacional encaminada a erradicar la pobreza y promover el empleo pleno y el trabajo decente, la igualdad entre los sexos y el acceso al bienestar social y la justicia social para todas y todos.

La Asamblea General de Naciones Unidas reconoce que el desarrollo social y la justicia social son indispensables para la consecución y el mantenimiento de la paz y la seguridad en las naciones y entre ellas, y que, a su vez, el desarrollo social y la justicia social no pueden alcanzarse si no hay paz y seguridad o si no se respetan todos los derechos humanos y las libertades fundamentales.

La justicia social, al propender el equilibrio entre los diferentes sectores de la sociedad, tiene bases indispensables para conservarla y desarrollarla como los siguientes derechos fundamentales: educación, salud, alimentación adecuada y vivienda digna, derecho al trabajo debidamente remunerado, divulgación de la cultura solidaria, igualmente el derecho a la libertad de pensamiento y de expresión, además, fortalecer la seguridad y certeza jurídica. Por último, el derecho a la igualdad sin distinción de sexo, raza, credo religioso o posición económica.

Fe y Alegría está convencida que  la educación de calidad, teniendo en cuenta este nuevo contexto,  es una de las bases para el acceso a otros derechos que en conjunto y equilibrio permiten que exista una justicia social sólida en cada rincón del mundo.