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11 marzo 2020

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Fe y Alegría impulsa el enfoque de género como eje transversal de la educación

Por: Lucila Cerrillo, coordinadora de la Iniciativa de Género FIFYA.
Mayra Aguilar, encargada de género FIFYA.
Jesús Castellón, responsable de masculinidades FIFYA.

 

Hablar en clave de género en la educación es importante porque el derecho a la educación implica el derecho a la igualdad de género y esto no es un “agregado” a la educación, sino una opción ética de actuar en toda la educación, con igualdad-equidad, reconociendo y actuando sobre las necesidades, intereses, desventajas, desigualdades y discriminaciones que tiene el colectivo de mujeres; a la vez cuestionando las expresiones de masculinidad hegemónica. La clave de género nos permite construir la sociedad soñada donde mujeres y hombres hagan uso pleno de sus derechos y eso empieza con la educación en igualdad para niñas y niños.

 

En ese sentido, Fe y Alegría desde sus orígenes abrió sus puertas para niñas y niños de zonas vulnerables, garantizando recursos para educarse. Sin embargo, trabajar por la igualdad de género, implica nuevas comprensiones y nuevas decisiones para abordar la igualdad desde el nivel institucional, la gestión directiva, las propuestas curriculares, los niveles del proceso de enseñanza-aprendizaje y las relaciones en todos los ámbitos de la escuela.

En los últimos años Fe y Alegría ha realizado pasos cualitativos, pero el avance es gradual y contextual, mientras en algunos lugares se requiere mayor inversión para el acceso de las niñas a la escuela, en otros es necesario invertir en propuestas curriculares que visibilicen y dignifiquen el aporte de las mujeres en las ciencias.

 

Desde esta lógica se construyó nuestra política de igualdad-equidad de género elaborada en el año 2011, la cual da un marco de acción para el conjunto de las Fe y Alegría. Luego de 8 años de su implementación, ratificamos y actualizamos la misma que orienta nuestro accionar y horizonte de transformación personal y social. Esta actualización consistió en dos aspectos sustantivos: la creación de una política de prevención de la violencia basada en género incluyendo la problematización de la masculinidad hegemónica; y el rescate del valor ético, político y jurídico del concepto de igualdad.

 

Por otra parte, es importante abordar el tema de las masculinidades dado que el trabajo con hombres es fundamental para la consecución de la igualdad y equidad, es necesario trabajar con los estudiantes, padres, docentes y demás hombres involucrados en el quehacer de la escuela, para derribar los prejuicios y aprender a respetar las diferencias.

 

Además, el trabajo de masculinidades por la igualdad y la paz debe permitir a los hombres darse cuenta que hay otras formas de ser hombres en la que se renuncia a los privilegios y el poder de dominio, que es posible la expresión de sentimientos, el involucramiento en el cuidado y crianza de hijos e hijas.

Hacer realidad la Política de Género es un reto permanente. Implica que las problemáticas de discriminación, desigualdad y violencia sean cada vez más reconocidas por la comunidad educativa.

 

A nivel curricular, es un desafío avanzar en la deconstrucción del currículo explícito y oculto de género. También fortalecer las decisiones estratégicas de las direcciones de las Fe y Alegría para contar con equipos de trabajo formados y sensibles para facilitar la igualdad-equidad de género.

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