Hemos trabajado estos últimos meses, de manera conjunta y coordinada los 12 países que integran la iniciativa de género: Nicaragua, R. Dominicana, Argentina, Bolivia, Colombia, El Salvador, España, Ecuador, Guatemala, Haití, Honduras y Perú, sesionando 2 veces con el 90% de participación. Definitivamente, un tema que convoca.

La planificación anual de la iniciativa 11, se ha contextualizado frente a la pandemia tomando en cuenta el ritmo y las diferentes formas de actuación de los países; hemos focalizado las temáticas en lo que viven educadoras, educadores ahora no desde la escuela, sino desde la casa-hogar.

Es un tiempo en el que las sinergias entre iniciativas han estado muy activas, estamos elaborando un curso de Género desde la virtualidad junto con las iniciativas de formación para el trabajo (8), formación pedagógica (16) y la coordinación del Eje Educación Popular de la Federación Internacional de Fe y Alegría.

Además estamos desarrollando una campaña de comunicaciones para promocionar y posicionar la política de género, junto con la iniciativa de comunicaciones y los responsables de comunicación de FyA Nicaragua y FyA Ecuador.

Dentro de la información que hemos podido recolectar, los países están trabajando en los siguientes temas:

• Atención a la situación de las mujeres en tiempos de pandemia sobre todo por la violencia intrafamiliar. Se han iniciado apoyos y campañas (Guatemala, España, Argentina, Dominicana y Ecuador)

• Los planes de socialización de la política de género que se están contextualizando con las actividades y la realidad de la pandemia.

• La virtualidad está siendo también una oportunidad para realizar encuentros, charlas, talleres sobre género.

Por su parte, en RedAcción en clave de Igualdad y Paz como red de educadoras y educadores, se planteó la necesidad de continuar aportando a la construcción de nuevas relaciones en la familia a través de mensajes sobre las relaciones socioafectivas en tiempo de aislamiento social; las actividades de autocuidado y cuidado de las familias; la participación equitativa (de acuerdo a edad) en las tareas de la casa; la protección ante posibles actos de violencia; y sobre el papel de los hombres adultos, jóvenes, adolescentes y niños en tiempo de aislamiento social.

El sentido de los mismos es lograr que se continúen cuestionando los estereotipos de género y que se exprese en una distribución justa las tareas en el hogar, impidiendo el abuso de la capacidad de cuido que se le ha asignado a las mujeres y la desresponsabilización de los hombres de las actividades referentes al cuidado; fomentando las relaciones de respeto y armonía sean y eliminando cada día las violencias en sus distintas manifestaciones.

Finalmente, para Fe y Alegría es un reto el nuevo contexto donde se ha realizado un traslado del aula y el currículo oficial de clases a la casa. Continuar desarrollando el currículo como si no estuviese pasando nada en el mundo sería una tragedia para la educación. Por ello es momento en que nuestro movimiento debe dirigir su mirada y sus acciones a este mundo que ha puesto en mayor evidencia las desigualdades, las exclusiones y las violencias; transformando la educación popular desde una perspectiva de género, poniendo en agenda lo personal como seres integrales que somos.