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23 marzo 2022

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Masculinidades cuidadoras en tiempo de educación en crisis

22 marzo 2022

 

En este mes, en el que se conmemora el Día Internacional de las Mujeres, los hombres de todas las edades jugamos un papel importante en el rol de la consecución de la igualdad y equidad de género, desde Fe y Alegría Internacional hemos decidido trabajar el tema de las masculinidades, principalmente las que fomentan el cuidado y la corresponsabilidad, si bien es cierto en el movimiento este tema, es relativamente nuevo, pero como estamos conscientes de la importancia de trabajarlo,  lo hemos planteado desde nuestra política de igualdad y equidad de género.

 

Desde el año 2020 que dio inicio la pandemia del COVID-19, vimos como incrementó el cuidado, y fue evidente que este, está en manos de las mujeres.  Según ONU MUJERES[1]  ellas dedican en promedio 4,1 horas por día al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, en comparación con 1,7 horas por día que le dedican los hombres. De igual forma,  en la carta encíclica Laudato Si’ del Santo Padre Francisco, sobre el cuidado de la casa común, nos dice que el auténtico desarrollo humano posee un carácter moral y supone el pleno respeto a la persona humana, pero también debe prestar atención al mundo natural y «tener en cuenta la naturaleza de cada ser y su mutua conexión en un sistema ordenado».

 

Desde Fe y Alegría Internacional estamos comprometidos con la educación, sobre todo en este  contexto de emergencia sanitaria, que genera retos en la parte educativa, queremos aportar desde nuestros centros educativos cambios en la forma de pensar en relación a la participación de niños y hombres en las acciones de cuidado, ofreciendo espacios educativos de reflexión para cooperar a los cambios estructurales, despatriarcalizar la producción, la vida pública y promover en niños y hombres actividades de cuidados domésticos  y en el proceso de aprendizajes de su hijas e hijos.

 

Para esto es necesario incorporar en los centros educativos y en los hogares procesos que generen representaciones sociales de masculinidades cuidadoras, a través de las siguientes actividades:

  • Barriendo los salones, los espacios escolares, limpiando áreas verdes.
  • Respetar a las niñas y a las mujeres.
  • Escuchar a las niñas y a sus compañeras.
  • Promover murales con padres llegando a dejar a sus hijos e hijas al colegio, acompañándolos al puesto de salud, dando el biberón, apoyando en las tareas escolares y demás actividades de cuidado.
  • Denunciar los casos de sexismo y acoso.
  • Exigir una cultura de igualdad en el trabajo.
  • Promover en niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres adultas el ejercicio de los derechos políticos y votar por ellas.
  • Desafiar el significado de “ser un hombre” desmintiendo mensajes cómo: “los niños no lloran, que son fuerte y valientes”.
  • Promover acciones en niñas que desafíen los estándares de belleza.
  • Enseñarles a las niñas lo valiosas que son, aclarando que no son ni princesitas, ni vulnerables, ni mandonas.
  • Incorporar en el diseño y autoría de planes de desarrollo a mujeres en diversas áreas como la ciencia, el arte, filosofía entre otras.
  • Promover actividades de cuidado hacia las plantas y los animales.
  • Reaccionar en defensa y de manera asertiva a las faltas de respeto hacia niñas y mujeres en cualquier escenario.

 

Aunque muchas organizaciones han trabajado por décadas en este tema, según un estudio del 2019 de la OIT[2] dice que no hay un solo país en el mundo en el que el trabajo de cuidados no remunerado y el trabajo doméstico se distribuyan de manera equitativa entre hombres y mujeres, o entre niños y niñas. Las mujeres aún trabajan de tres a diez veces más que los hombres en estas tareas, además del trabajo remunerado[3] en muchos casos, mientras que las niñas son, en gran medida, quienes se ocupan de las tareas del hogar, sin embargo, este dato significa un reto y el motor que impulsa el trabajo de conciencia para continuar avanzando hacia la promoción de relaciones igualitarias y equitativas entre niños, niñas, adolescentes, jóvenes, mujeres y hombres.

 

Desde Fe y Alegría con las redes de docentes de RedAcción, queremos evidenciar que somos parte de un sistema educativo que ha institucionalizado el patriarcado a través de enfoque, lenguaje y contenidos masculinos desde los currículos, que genera privilegios al hombre,  por tanto,  es necesario deconstruir con la comunidad educativa con énfasis en los docentes normas profundamente arraigadas, que hacen, pensar y actuar en función de que las mujeres cuidan y los hombres proveen, lo que sostiene el núcleo de este problema.

 

El Papa[4] Francisco nos hace el llamado al desafío urgente de proteger nuestra casa
común e incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral; es urgente incorporar modelos masculinos en nuestros centros educativos que trabajen en pro del cuidado de la vida en todas sus formas:  las personas, las plantas, los animales, los ambientes agradables, es decir, transformar la construcción social de niños y hombres de recibir cuidados y dar cuidados, como parte de un proceso de aprendizaje basado en el cuidado mutuo, aplicando la corresponsabilidad, de manera que hombres y mujeres gocemos de los mismos derechos y responsabilidades para un mundo más justo, en el que cada día disminuyan más las desigualdades.

 

Lic. Jesús Castellón Pérez

Especialista en masculinidades.

[1]https://www.unwomen.org/sites/default/files/Headquarters/Attachments/Sections/Library/Publications/2020/Policy-brief-COVID-19-and-the-care-economy-es.pdf

[2] Care Word and Care Jobs interiores.indd (ilo.org)

[3] http://www.scielo.org.mx/pdf/cultural/v4n1/2448-539X-cultural-4-01-00061.pdf

[4] https://www.vatican.va/content/dam/francesco/pdf/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si_sp.pdf

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