Por: Comunicaciones Iniciativa de Género FIFyA
La violencia niega el derecho a la educación a millones de niñas de todo el mundo. Por eso, con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra el próximo 8 de marzo, se lanza “Nuestra luz brilla”
“Nuestra luz brilla” es el mensaje central por su enfoque de Niña a Niña que pretende dar voz a las niñas y tiene como propósito visibilizar la desigualdad que sufren las niñas, protegerlas frente a las violencias, así como favorecer procesos de de-construcción de las mismas desde el empoderamiento de las niñas y adolescentes de Honduras, El Salvador, Nicaragua y Perú, países donde se implementa actualmente la campaña.
Diez niñas de cada país involucrado serán las protagonistas de esta campaña, quienes obtendrán herramientas necesarias para su empoderamiento a través de estrategias formativas y pedagógicas en un proceso sostenido de un año (2020-2021).
Durante el lanzamiento de Nuestra luz brilla, se pretende dar voz a las niñas, por ello, desde el 8 al 12 de marzo se realizarán actividades donde las niñas de estos países son las protagonistas principales, mediante vídeo-podcast sobre los resultados del diagnóstico realizado a las niñas en cada país involucrado y en la viva vos de ellas, postales informativas sobre las historias de las niñas, vídeo de lanzamiento de la campaña, todo presentado por las niñas.
Las niñas tienen derecho a vivir libres de violencia, pero hoy en día, continúa siendo uno de los derechos humanos más cercenado y persistente. Con esta campaña desde la Federación Internacional Fe y Alegría, a través de la Iniciativa de Género, se pretende que brille la luz de las niñas hacia su derecho a la educación porque es uno de los derechos fundamentales que les ayudará a transformar sus vidas, protegerlas frente a la violencia y defender sus derechos.
En este sentido, la campaña será sostenida durante un año, con el objetivo de aportar a la transición de un modelo igualitario de sociedad, donde las personas, organizaciones, escuelas y comunidades tienen el deber de romper el silencio ante las distintas formas de violencia que sufren las niñas.