El día de las juventudes indignadas nace en el 2015 en el encuentro de la Red de Juventudes en Colombia. El último día de ese encuentro se hizo una acción de indignación y se decide que cada 29 de agosto se van a hacer visibles esas situaciones inaceptables. Este es el testimonio del joven colombiano Yorman Alirio Cadavid Silva y su experiencia transformando realidades.

Por: María Paula Arango Z. – comunicaciones FIFyA.

El día de las juventudes indignadas nace en el 2015 en el encuentro de la Red de Juventudes en Colombia. El último día de ese encuentro se hizo una acción de indignación y se decide que cada 29 de agosto se van a hacer visibles esas situaciones inaceptables. Con el paso del tiempo, pasó de ser un día a una semana de las juventudes indignadas y este año se han realizado acciones todo el mes, con el fin de hacer más visible la acción colectiva que del 29 de agosto.

De esta manera Yorman Alirio Cadavid Silva de la Red de Juventudes de Fe y Alegría Colombia, nos cuenta la historia de este día tan significativo para las juventudes de Fe y Alegría.

Este año por ejemplo, y a pesar de las circunstancias planteadas por la Covid19, durante el encuentro nacional virtual en junio, “se abrió un espacio para pensarnos cómo queríamos y qué temática manejar este año” Decisión que tuvo en cuenta el diplomado de ParticiPaz y los resultados de la encuesta de la Red Generación 21+, realizada a nivel internacional.

“Hablamos sobre el cuidado de la vida, puntualmente de la violencia contra la mujer y cómo esto también ha afectado a nuestros niños”. Y se acordó dividirlo de la siguiente manera: Autocuidado (cómo me cuido para cuidar a otros); cuidado de la mujer, visibilizando la violencia de género que se ha incrementado por la pandemia; y el cuidado a nuestros niños/ as, teniendo en cuenta lo difícil que es no poder asistir a la escuela.

“Queríamos que este año fuera más potente, por eso iniciamos desde principios de mes, aprovechando la celebración del Día internacional de las Juventudes”. Se inició con dos foros virtuales; uno nacional y otro internacional donde se reconoció el trabajo de todos y todas.

En el nacional, por ejemplo “se hizo homenaje a los jóvenes asesinados en las masacres de los últimos días”, igualmente se resaltó a esas mujeres que han hecho, están, o harán parte de esta lucha.

En el nacional, por ejemplo “se hizo homenaje a los jóvenes asesinados en las masacres de los últimos días”, igualmente se resaltó a esas mujeres que han hecho, están, o harán parte de esta lucha.

Esta última semana (24 al 29 de agosto) se han realizado talleres de empoderamiento femenino cómo: Mi cuerpo, mi territorio; un conversatorio sobre las nuevas masculinidades y acciones de autocuidado, como un spa virtual.

Con los niños, niñas, las juventudes y sus familias se ha hablado sobre el cuidado y protección de la niñez; la importancia del edu-entretenimiento; la crianza y se han llevado a cabo actividades lúdicas de literatura y juegos.

El 29 de agosto, “vamos a recoger todo eso que estamos haciendo, para reflexionar sobre las vivencias, compartiendo lo qué hicimos y reafirmando nuestro compromiso”. Esperan ser tendencia en las redes.

Hay un reto que se propusieron desde el 2016 y es que cada año estas acciones crecieran. Es así como hoy, tienen alianzas consolidadas con organizaciones y personas naturales que también les interese llevar a la acción la transformación de realidades. “Entre más gente se sume, es más potente y efectiva la acción”, asegura el joven de 20 años.

Durante esta crisis sanitaria se ha resaltado aún más la idea fuerza de este año: “Por una incidencia activa desde el cuidado de la vida”; y a pesar de las dificultades y retos por la brecha digital, se han ingeniado maneras para que todas las juventudes puedan conectarse y participar. “Hemos grabado los videos, hablado por teléfono, transformado a textos y retransmitiendo cuando hay alguna conexión posible. Seguimos aprovechando las ganas de las juventudes para de continuar”. Lo que también los ha retado en la manera de hacerlo; “como lo hagamos lo hace atractivo” es clave. Y para esto han sumado todas las experticias y compromiso de todos los y las jóvenes talentosas de la Red. “Básicamente, es siempre ver los retos como posibilidades”, afirma sin titubear Yorman.

Por último el colombiano nos cuenta lo que le indigna: “A mi el tema de la indignación me mueve mucho. En estos momentos me mueve mucho las masacres con los jóvenes en mi país, son inaceptables, indignantes. La violencia es inaceptable, duele”.

Pero resalta que además de estas situaciones lo que más le indigna es “que otros jóvenes no se interesen, todos podemos aportar, no vale la pena ser tan pasivos”.

Por eso, Yorman decidió ser voluntario para trabajar con jóvenes en el centro comunitario de Fe y Alegría. “Quiero fomentar el poder del cambio y la transformación. Yo era pasivo… pero cuando conocí la Red de Participación Juvenil, cambió mi mundo, desperté”.