Hoy 31 de julio se celebra la fiesta de San Ignacio de Loyola; su vida y obra sigue inspirandonos a continuar este caminar, incluso en esta crisis que atravesamos como humanidad.

Por: María Paula Arango Zambrano – Comunicaciones FIFyA

Hoy 31 de julio se celebra la fiesta de San Ignacio de Loyola; su vida y obra sigue inspirandonos a continuar este caminar, incluso en esta crisis que atravesamos como humanidad. Por eso, en su honor y haciendo uso de una de las herramientas más poderosas que este Santo nos dejó: los Ejercicios Espirituales; podremos convertir este confinamiento colectivo en un retiro compartido, en unos Ejercicios colectivos de discernimiento y [re]conversión. Son muchos los elementos, muchos los planos y niveles que están en juego. San Ignacio empezó a ponerles nombre en su lecho convaleciente de Loyola. Allí aprendió a discernir. Pero fue solo cuando le detuvieron de una forma abrupta y dura. De otro modo, él no lo hubiera hecho por voluntad propia. Tampoco nosotros, tampoco nuestra sociedad estaba dispuesta a hacerlo; de ahí lo invaluable de este tiempo.

Sin duda, las circunstancias actuales nos obligan a un discernimiento en común (Rodríguez, 2020) sin precedentes porque la pandemia del Covid-19 ha puesto a prueba el futuro de lo que seremos o queremos ser como redes educativas.

Es así como hicimos una recopilación de varios articulos escritos en este tiempo y diseñados para invitarnos a re-crearnos como individuos y cómo movimiento desde la inspiración de la vida y obra de San Ignacio del Loyola. Disfrútenlos:

Tiempo para hallar el sentido de la vida

La pandemia como la bombardia a San Ignacio De Loyola

Unión de animos en tiempos de Covid19