
La intervención esta dividida en una breve caracterización del contexto (la globalización) y en la presentación de cinco desafíos El acceso a la revolución tecnológica. Formación de identidades. La crisis de liderazgo político. La crisis de liderazgo político. Nuevas formas de gobierno y de gestión.
Mirar la gestión con ojos de jesuita. Principio y Fundamento: encontrar nuestra identidad. Oración y discernimiento: la comunicación. La conversión necesaria. La visión estratégica. Nuestros proyectos y el estilo de Dios. Optar en un mundo dividido. Un camino en red. Crucificados con los pobres para resucitar. En todo amar y servir.
El corazón de Fe y Alegría está compuesto por personas. (No por nada el logo de Fe y Alegría). Es decir, el Movimiento (y la Institución) está compuesto, por personas, con características específicas, quienes son portadoras de la Identidad, en su ser, en sus vivencias y en su hacer.
Señala cuatro componentes básicos, mutuamente relacionados y complementarios, indispensables en el espíritu de la Autonomía Funcional: la identidad, la apropiación de la misión, la complicidad activa como actitud y talante, y la coordinación y dirección.
Explica que la Autonomía Funcional no se puede deslindar de la identidad, la mística, la espiritualidad, la “bandera levantada”, del “servicio a muchos”, de la “justicia educativa”, de la necesidad de crecimiento, del movimiento -no-organización, del optimismo antropológico, etc.
Explica que la Autonomía Funcional no se puede deslindar de la identidad, la mística, la espiritualidad, la “bandera levantada”, del “servicio a muchos”, de la “justicia educativa”, de la necesidad de crecimiento, del movimiento -no-organización, del optimismo antropológico, etc.