¿Quién le debe a quién?
Liderazgos transformadores que inspiran y desafían las narrativas dominantes para poner la educación y la justicia en el centro del debate económico
¿Quién le debe a quién?
Liderazgos transformadores que inspiran y desafían las narrativas dominantes para poner la educación y la justicia en el centro del debate económico
Macarena Romero
Acción Pública I Fe y Alegría Internacional
Sevilla es un momento crucial para diseñar una respuesta multilateral a las crisis interrelacionadas de la economía, el clima, el medio ambiente, la desigualdad de género y la desigualdad de la riqueza que alimentan la actual emergencia educativa mundial. A pesar de los reiterados compromisos en la Declaración de Incheon, la Hoja de Ruta del ODS 4 y la Cumbre para la Transformación de la Educación de 2022, muchos países de bajos y medianos ingresos no alcanzan los objetivos internacionales y financiar el derecho a la educación es financiar el desarrollo sostenible, lo que requiere un conjunto de herramientas diversificadas y complementarias como la justicia de la deuda para la educación, marcos integrales de renegociación de la deuda centrados en los derechos humanos que protejan la inversión en servicios públicos, incluyendo la educación transformadora en materia de género, una que garantice el derecho a aprender.
También se necesitan fondos públicos para servicios públicos, esto es, impuestos progresivos y con equidad de género, y medidas para frenar los flujos financieros ilícitos, así como cuestionar la austeridad, es decir, revisar las condicionalidades del FMI, en particular las que limitan la contratación de docentes y personal de apoyo educativo; y justicia fiscal, que significa basar las reformas en principios interseccionales, antirracistas y a la vez que se fortalece la rendición de cuentas en el espacio cívico.
Esta mirada a la justicia social puso a trabajar juntas a la Federación Internacional de Fe y Alegría con Malala Fund, la Red de Desarrollo y Comunicación de las Mujeres Africanas (FEMNET), Latindadd, la Campaña Mundial por la Educación (CME), ActionAid y la Alianza Global por la Justicia Fiscal, y convocaron el evento paralelo: “Financiar el futuro: Pongamos la educación en el centro de la Reforma de la Arquitectura Financiera Internacional”, en el marco de la Conferencia con audiencia tanto presencial en Sevilla como online desde cualquier rincón del mundo.
Naomi Nyamweya, Directora de Investigación y Políticas de Malala Fund, presentó datos clave que muestran cómo los Estados más afectados por el endeudamiento externo son, a menudo, los que menos invierten en educación: “Tenemos que crear un espacio para que los países definan sus prioridades educativas, pensando en alternativas al sistema existente para que las niñas sigan dentro de los sistemas educativos públicos”.
Tatiana Cardona, joven lideresa de la Iniciativa de Juventudes de la Federación Fe y Alegría, destacó los desafíos que enfrentan muchas niñas y jóvenes latinoamericanas que luchan cada día por permanecer en la escuela. Subrayó qué apoyos concretos hacen la diferencia: servicios de salud mental, alimentación escolar, transporte seguro, y acompañamiento docente: “En la red de juventudes de Fe y Alegría creemos que nuestras voces tienen que ser escuchadas y por eso venimos abanderando una campaña por el derecho al aprendizaje los dos últimos años. Queremos que el aprendizaje de calidad e inclusivo sea reconocido como un derecho, porque la educación para las juventudes es el germen de la humanidad.”
Justicia fiscal y reforma tributaria: claves para financiar el derecho a la educación
Uno de los grandes consensos del evento fue que los recursos existen, pero están mal distribuidos. La evasión fiscal, los tratados injustos y los sistemas tributarios regresivos deben transformarse para que los Estados puedan garantizar derechos. Una financiación educativa justa depende de políticas fiscales progresivas y sostenibles.
Andressa Pellanda, coordinadora de la CME Brasil y representante de CME de América Latina en el evento, subrayó que garantizar el derecho a la educación requiere voluntad política y marcos fiscales justos: “Todos sabemos que los Estados tienen la obligación de garantizar el derecho a la educación y existen muchos instrumentos para llevarlo a cabo. A nivel regional, en América Latina estamos trabajando para expandir la aplicación de las políticas impositivas progresivas como vía para cerrar una brecha de financiamiento que necesita de una coordinación estatal para fortalecer los recursos de la educación pública.”
Ashina Tsumi, coordinadora de la alianza Tax4Education de ActionAid, explicó cómo la reforma fiscal puede desbloquear grandes volúmenes de financiación para la educación, siempre que se graven de forma justa las grandes riquezas: “Seguimos viendo brechas críticas en la calidad de la educación. Creemos que se puede hacer mucho más de lo que se está haciendo. Y es que hay que hacer más que asignar lo que se tiene y los impuestos son uno de los puntos críticos para aumentar estos recursos. Impuestos que tienen que ser progresivos y justos, pagando más los que más ganan”.
Esther Nyawira, Coordinadora del Programa de Compromiso Significativo y Acción Transformadora de FEMNET, denunció cómo en ocasiones la educación gratuita no lo es tanto al tener costos ocultos y señaló algunas recomendaciones a llevar a cabo por los organismos financieros para conseguir que la educación sí sea completamente gratuita: “Cuando pienso ahora en un presupuesto educativo comprometido con la equidad de género, pienso si las personas responsables incluyen financiar baños higiénicos y talleres sobre menstruación y acoso sexual a sus alumnas. Porque una cosa es tener un buen presupuesto educativo y otra es ver qué aspectos esenciales para las niñas cubre ese presupuesto”.
Roos Saalbrink, Responsable Global de Justicia Económica y Servicios Públicos de ActionAid International, presentó las principales conclusiones de su reciente informe ‘El coste humano de los recortes públicos en África’: “Hemos constatado que el profesorado compra materiales con su propio sueldo porque no tiene suficiente presupuesto educativo. Para que haya cambios en la educación pública es necesario estar bien financiada. Hasta que no haya dinero en la mesa para implementar nuevas políticas, no veremos estos cambios”.
Sapphire Alexander, coordinadora de Transformación Educativa de UNGEI, reforzó la necesidad de una mayor alineación de los compromisos internacionales para garantizar que los derechos de las niñas que van a la escuela sean reales y de calidad: “Los fondos de las instituciones financieras internacionales deben priorizar la educación como algo que no sea negociable para así implementar políticas que puedan transformar de forma real la educación de los países. De esta forma, tendremos un sistema que no sea solo accesible, sino que tenga un retorno de por vida para el alumnado, la comunidad y la humanidad en general”
Determinación para desafiar las narrativas e incidencia para la transformación económica global
Attiya Waris, experta independiente de las Naciones Unidas sobre deuda externa, resumió las ideas claves del evento y señaló los siete puntos de presión en los que la sociedad civil debe centrarse para posicionar la educación en el centro de la política de financiación internacional: “La condonación de la deuda es una de las soluciones más importantes de presión que debemos seguir manteniendo encima de la mesa. Si la descartamos, perdemos la esperanza y el equilibrio en la negociación. Necesitamos saber quién es responsable para saber a quién dirigirnos, los registros globales transparentes son fundamentales no sólo para la justicia fiscal sino también para la deuda. Al referirnos a asuntos como la efectividad o la eficiencia, que lo hemos escuchado sin parar en esta Conferencia, de países y hasta de las personas que los habitan y es justo este tipo de lenguaje y narrativas las que enmarcan la conversación, lo que disuade que otras narrativas sean las activadoras de la conversación sobre los asuntos financieros. Necesitamos impulsar una narrativa diferente porque, aunque por supuesto está relacionado, no hay ningún país en el mundo que pueda declararse como efectivo ni eficiente, así que seamos honestos y sinceros y elevemos la mirada sobre la profundidad de esta conversación.
De las reflexiones de la Dra. Waris se desprender un liderazgo transformador, alternativo y esperanzador en el futuro de la construcción de la justicia social y en el qué hacer de organizaciones como Fe y Alegría: “Hay muchos asuntos vinculados a las instituciones financieras, y siempre oigo que en espacios así se pregunta sobre cómo arreglarlas, pero creo que justicia también significa pensar cómo nos deshacernos de ellas. La pregunta no es cómo arreglar las agencias de calificación de créditos, es pensar en un espacio público para una agencia de calificación pública, y también se trata de pensar por qué tener una, que es muy diferente de lo que la gente piensa, porque fueron diseñadas para calificar las empresas no a los países. Así que nos toca separar, revisar y repensar, si queremos ese reimpulso, cambio y reinicio, en honor a la equidad y la justicia, repensemos todo aquello que creímos que era una regulación o ley aceptable”.
Solo mediante decisiones económicas valientes y transformadoras será posible garantizar un derecho a aprender, que llegue a todas las personas y no deje atrás a las niñas, juventudes y comunidades que viven en los contextos de mayor exclusión, allá donde acaba el asfalto.