36 docentes de Perú se formaron en la metodología Niña a Niña

Un Esfuerzo Conjunto por la Educación como Derecho Humano Fundamental

Desde septiembre de 2020, el equipo de Género de la Federación Internacional de Fe y Alegría, se sumó a la Campaña Global “La luz de las niñas”, impulsada por la Fundación Entreculturas, la Federación Internacional de Fe y Alegría y Servicio Jesuita a Migrantes, instancias que trabajan desde la convicción de que la educación es un Derecho Humano fundamental para lograr el desarrollo social, principalmente de los sectores excluidos.

Así nació la Campaña Regional con Enfoque de Niña a Niña, con el potente mensaje central “Nuestra luz brilla”, para mover federativamente la Campaña en 4 países: Honduras, El Salvador, Nicaragua y Perú. Lo que comenzó beneficiando a 10 centros educativos ha crecido significativamente, extendiendo su impacto a 34 centros educativos en la actualidad. El propósito principal de esta campaña es visibilizar la problemática de violencia de género que afecta a las niñas tanto en el ámbito escolar como familiar, especialmente porque en el contexto actual las brechas por razones de género siguen siendo preocupantes, por lo que se hace necesario enfatizar la lucha contra todo tipo de violencia.

Impulsando el cambio: La formación de docentes de Fe y Alegría Perú en la metodología “Niña a Niña”

Desde el año 2022, docentes acompañantes, técnicas y técnicos de Fe y Alegría de Fe y Alegría Perú, han estado capacitándose en la metodología de la Campaña “La Luz de las Niñas – Nuestra Luz Brilla”. Lo que demuestra un claro compromiso institucional por una educación basada en la cultura de paz y el respeto a los derechos de la niñez y adolescencia.

Este año, específicamente los días 19, 23 y 26 de mayo, se llevaron a cabo tres talleres virtuales de formación, contando con la participaron de 36 docentes que atienden los grados de 3ero a 6to de primaria, en los centros de Fe y Alegría 66, 53, 33, 20, 21, ubicados en diferentes partes del país, incluyendo este año la Ciudad de Lima. Lugares, donde se iniciará el trabajo con la red de niñas lideres para promover acciones de prevención de la violencia en los centros educativos. Se proyecta que, como resultado de esta intervención, la Campaña alcance llegar a 750 Niñas y adolescentes, entre población directa e indirecta. 

El ciclo formativo, diseñado desde una perspectiva participativa, se centró en tres guías metodológicas fundamentales: “¿Quién soy yo?”, “Relaciones que me dañan y relaciones que me hacen bien”, y “Yo y mi familia”. Estas guías ofrecen herramientas esenciales para abordar con niñas y adolescentes temas cruciales como el empoderamiento, la autoestima, la identidad, la prevención de la violencia de género, las relaciones familiares, la corresponsabilidad en los cuidados y los estereotipos de género.

Impacto y aprendizaje docente: Las guías metodológicas de la Campaña “La Luz de las Niñas” en la Práctica

La respuesta de los docentes fue sumamente positiva, valorando la oportunidad de reflexionar personalmente sobre estos temas y adquirir nuevas técnicas y dinámicas para trabajar en el aula.

En el primer taller, “¿Quién soy yo?”, los docentes reflexionaron sobre la autoaceptación y la importancia de apreciar las virtudes y defectos propios, así como de respetar las diferencias individuales. Se compartieron experiencias de discriminación, destacando el poder del apoyo mutuo para superar adversidades. Un emotivo testimonio de una docente que superó el acoso callejero mientras aprendía a manejar, al encontrar seguridad en sí misma, ilustra la resiliencia promovida.

El segundo taller, “Relaciones que me dañan y relaciones que me hacen bien”, fue considerado altamente enriquecedor. Se enfatizó la necesidad de empoderar a las niñas para que se sientan seguras y fuertes, y de estar atentas a las señales tempranas de violencia. Se destacó la importancia de fomentar la igualdad y el buen trato en el aula, promoviendo la aceptación de las diferencias. Estrategias como el trabajo entre pares, la sensibilización sobre la comunicación de agresiones y la creación de “círculos de las palabras” fueron resaltadas para prevenir la violencia y construir confianza. Además, los docentes pudieron potenciar sus propias habilidades para el empoderamiento estudiantil, reforzando la idea de la singularidad y valor de cada niña.

Finalmente, el taller “Yo y mi familia” propició una profunda reflexión sobre los tipos de familia, su importancia para el desarrollo personal y la corresponsabilidad en las tareas del hogar. Si bien se valoró la unión y el apoyo familiar, también se abordaron desafíos como la ausencia parental y la desintegración. Los docentes identificaron desequilibrios en la distribución del tiempo entre el trabajo y el hogar, lo que llevó a reconocer la necesidad de mayor armonía en la distribución de las tareas de cuidado y los roles profesionales y personales.

El ciclo formativo fue un éxito rotundo, brindando a los docentes un espacio crucial para el crecimiento personal y profesional. Estas acciones formativas no solo les equipan con herramientas para prevenir la violencia en el aula, sino que también contribuyen a desnaturalizar la violencia de género en la sociedad, promoviendo una cultura de respeto y reconocimiento que beneficia a todas las niñas y adolescentes.