01 de septiembre 2021
Por Fernando Chávez, Responsable de Acción Pública
El pasado 22 de agosto Fe y Alegría conmemoró su cuadragésimo séptimo aniversario de exitosa trayectoria en Nicaragua, trabajando preferencialmente para, por y con los pobres, a fin de garantizar el derecho humano de recibir una educación de calidad para la niñez y juventud del país.
Ante el contexto de pandemia por coronavirus (COVID-19) misma que ha provocado una crisis sin precedentes en todos los ámbitos, incluida la esfera de la educación, este año bajo el lema “47 años educando con amor” cada centro educativo organizó diversas actividades en conmemoración al aniversario, destacando: elaboración de murales, cine foros, círculos de reflexión, concursos de baile, pintura, poesía, grabación de testimonios significativos, y como actividad central y de carácter nacional se desarrolló un conversatorio virtual con la participación de equipos directivos, docentes, estudiantes, equipo técnicos territoriales y nacionales de Fe y Alegría, a fin de reflexionar sobre los logros y desafíos que representa para Fe y Alegría su quehacer educativo.
En palabras del Padre Everardo Víctor, SJ, director general: “Desde la propuesta educativa de Fe y Alegría hemos procurado atender a la población más vulnerable, formando de manera integral a cada uno de nuestros estudiantes. Fe y Alegría a lo largo de estos 47 años se ha constituido como un proceso que abarca a la persona, hombre y mujer, en todas sus dimensiones, posibilidades y capacidades, aportando de manera decisiva a la transformación de las realidades sociales”.
Actualmente Fe y Alegría cuenta con una red de 22 centros propios distribuidos en 9 municipios de Nicaragua. Además, atiende procesos de formación dirigidos a maestras, maestros y estudiantes de 105 centros asociados y comunitarios pertenecientes a la iglesia católica, ubicados en Managua, en la Diócesis de Estelí, en la Diócesis de Granada y en la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte y Región Autónoma de la Costa Caribe Sur, beneficiando a más de 56,000 personas de forma directa e indirecta, de las cuales más de 16,000 son niños, niñas, adolescentes y jóvenes dentro de los programas de educación preescolar, primaria, secundaria y educación técnica.
Fe y Alegría, desarrolla además un proyecto educativo sólido y sostenible que contribuye al mejoramiento de las condiciones de vida de la población beneficiaria, suscitando al cambio y la transformación de sus entornos, promoviendo una educación de calidad, inclusiva y con enfoque de género para disminuir las desigualdades sociales.
“Cumplimos 47 años de trabajo constante y podemos reafirmar que nos hemos consolidado como un Movimiento referente en la promoción de una educación de calidad, inclusiva y equitativa, que, desde unos valores humanos y cristianos, contribuye a la construcción de una sociedad nicaragüense más justa, solidaria, resiliente y fraterna” agregó el director general de Fe y Alegría.
Para Wilmer Urbina, estudiante del Colegio Nuestra Señora de Guadalupe, Fe y Alegría, significa una transformación constante: “cuando llegué al colegio iba con una perspectiva diferente, como estudiantes creemos que vamos a un colegio como cualquier otro, sin embargo, cuando nos integramos, nos damos cuenta que realmente no somos simples estudiantes, somos personas que pasamos a ser parte de una familia que se compromete por la educación de sus estudiantes, por la formación continua de los maestros, por garantizar otros procesos que nos ayuden a crecer como personas, pues Fe y Alegría nos prepara para la vida, nos vuelve protagonistas de nuestro desarrollo”; enfatizó.
El Movimiento Fe y Alegría desde su fundación en 1955 por el Padre José María Vélaz, hasta el día de hoy se va concretando y fortaleciendo cada vez más durante su marcha, respondiendo a los desafíos que los contextos van presentando durante el andar, llegando cada vez más “Ahí donde termina el asfalto, donde no gotea el agua potable, donde la ciudad pierde su nombre”.
