Educación y ciudadanía
Educación y ciudadanía
Hisela Culqui y Nicoll Silva
Comunicaciones I Fe y Alegría Perú
“Eduquemos para ejercer una ciudadanía activa, participativa y comprometida”
Con mucho orgullo, Sonia Tuesta nos cuenta que es chiclayana de corazón y nos brinda detalles del encuentro que tuvo la comunidad educativa del Fe y Alegría 28 con el ahora Papa León XVI. Sonia fue directora de esta institución educativa durante 10 años y actualmente enseña Ciencias Sociales a estudiantes de 4o y 5o de secundaria. Además, es asociada de Fe y Alegría del Perú desde hace cinco años.
¿Desde cuándo inicias tu conexión con Fe y Alegría?
Trabajé desde los 20 años en Fe y Alegría 28 como docente contratada de inglés, sin título pedagógico porque en ese momento no existía esa especialidad. Allí conocí a las Misioneras del Divino Maestro, quienes acompañan la institución desde su fundación en 1980, y a la cual ingresé cuatro años después. Me gustó formar parte de una escuela que hace tanto bien a las familias y a la comunidad.
¿Cómo fue tu experiencia como directora del Fe y Alegría 28 y que has recogido de ella?
Ha sido una experiencia muy enriquecedora. Los encuentros de directivos a nivel nacional y regional fueron espacios de escucha, aprendizaje conjunto y de compartir experiencias, visiones y propuestas. Nos animamos mutuamente a educar y transformar vidas y comunidades al estilo de Jesús Maestro. Todo esto se realiza dentro del marco de una realidad social, económica y política muy compleja y difícil, sobre todo para los más vulnerables. Educar para ejercer una ciudadanía activa, participativa y comprometida es posible cuando tenemos oportunidades para hacerlo a pequeña escala, ya sea en una escuela, en la familia o en la comunidad. Eso se ve en acciones tan sencillas como cuidar los equipos y máquinas donadas, para que otros estudiantes continúen beneficiándose con una formación técnica de calidad. También en saber expresar lo que pensamos y sentimos con respeto en una asamblea, o en cuestionar los estereotipos de género y prácticas escolares porque queremos una sociedad más justa.
¿Sientes que es un reto evangelizar desde la educación?
Sí, es un reto, pero es posible cuando aprendemos de Jesús a soñar, trabajar y unirnos a otras personas o instituciones que buscan un mundo más justo e inclusivo, el sueño de Dios. Como Él, preferimos a los más necesitados. La educación puede transformar personas y pueblos para que trabajen por el bien común y cuiden especialmente a los más débiles y vulnerables. Debemos seguir luchando contra la indiferencia y el individualismo que dividen y destruyen la sociedad.
¿Qué acciones concretas tendrían que hacer los equipos directivos y docentes para promover una educación evangelizadora en las IIEE?
Promover espacios de participación ciudadana para que los estudiantes tengan la experiencia de aplicar en su escuela y comunidad sus propuestas para mejorar situaciones o resolver problemas existentes. Cuestionarnos cómo dejar la indiferencia y comprometernos en erradicar la violencia, la corrupción y la pobreza, empezando por nuestro entorno más cercano. Como hizo Jesús, que no solo enseñaba, sino que también actuaba.
¿Qué significa para ti que el Papa sea “chiclayano de corazón”?
Es una alegría inmensa tenerlo como Papa. No conocía toda su vida como misionero en Perú y me llamó la atención cómo agradeció al pueblo chiclayano. El Papa visitó la I.E. Fe y Alegría 28 y recuerdo que, después de la eucaristía por el aniversario, en el patio con toda la secundaria, cuestionó que muchos estudiantes no vivían la misa y nos invitó a hacerlo mejor. Actualmente, asistimos a una parroquia cercana. En la última eucaristía que celebró con docentes antes de la pandemia, en marzo de 2020, celebramos los 75 años de la Congregación. Después de la misa, se quedó a compartir y conversar con todas y todos. En las ocasiones que visitó la institución, vimos a una persona cercana, sencilla, accesible, que escucha y conoce bien nuestra realidad.
¿Ves un mayor compromiso de la comunidad chiclayana tras la elección del nuevo Papa?
Sí, hay un compromiso de seguir atendiendo a los más necesitados y de promover la escucha y participación de todos. En nuestra diócesis, después del sínodo de la sinodalidad, hemos tenido asambleas parroquiales y diocesanas, lo cual es muy positivo. La formación y la práctica son fundamentales para aprender a sentirnos iglesia. Se deben promover espacios para que las consultas y decisiones sean participativas, que los consejos parroquiales y las instituciones de la iglesia incluyan a todos los actores. Es un reto aprender a escucharnos y mantener la unidad en medio de las diferencias y la diversidad.
Como chiclayana… ¿Sientes que la elección del Papa León XIV es una nueva esperanza para seguir el camino de la sinodalidad?
Sí, nos llena de esperanza que él sea el Papa. Él siempre escuchó a todas las personas con respeto y acogida, sin importar edad o condición. Caminar juntos es posible y debemos seguir dando pasos. Conocer su apoyo a la lucha contra los abusos en la iglesia y su impulso para una mayor participación de la mujer también nos llena de esperanza.
¿Qué recomendaciones das a la juventud de hoy para seguir fortaleciendo el encuentro sinodal?
Que expresen su voz, su sentir y sus propuestas; que continúen con entusiasmo y acción por un mundo mejor. Que aprendan a acoger otras voces y a discernir juntos lo mejor para todas y todos, siguiendo el ejemplo de Jesús, quien nos invita a vivir la unidad a pesar de las diferencias.