Más de 78.000 niñas, niños y adolescentes exigen justicia climática en la COP30
Más de 78.000 niñas, niños y adolescentes exigen justicia climática en la COP30
Irma Mariño
Iniciativa Federativa Ecología Integral y Pan Amazonía
La campaña Cartas a la Tierra, impulsada por Fe y Alegría Internacional a través de su Iniciativa de Ecología Integral, ha movilizado a miles de niñas, niños y adolescentes en 11 países en un mismo clamor: la justicia climática como un imperativo ético y político ineludible.
Más de 78.000 cartas y dibujos han sido creados, expresando dolor y esperanza desde la experiencia concreta de la infancia y la juventud. 2.400 de ellos ya han sido compartidos en la página de la campaña, mostrando la diversidad de lenguas, culturas y territorios que, a pesar de sus diferencias, confluyen en una misma demanda: escuchar el grito de la Tierra y responder con decisión.
Esta iniciativa forma parte de la participación de Fe y Alegría en la campaña internacional Jesuits for Climate Justice: Faith in Action at COP30, que tendrá lugar en noviembre de 2025 en Belém, Brasil. Allí, las voces de nuestras infancias llegarán a negociadores y autoridades, recordándoles que la COP30 no es solo un espacio técnico ni un trámite político, sino un momento histórico para defender la dignidad humana, la vida del planeta y el futuro común de la humanidad.
Las cartas no son gestos simbólicos: son llamados éticos, educativos y políticos. Los niños y jóvenes no escriben desde la indiferencia, sino desde un vínculo vivo con la Tierra. Denuncian la devastación ambiental, expresan amor por la naturaleza y proponen caminos de acción. Entre sus planteamientos destacan:
Muchas cartas rescatan saberes ancestrales y cosmovisiones indígenas, ampliando la mirada hacia una ecología integral que une lo local y lo global. Así, la niñez nos recuerda que la justicia climática exige escuchar a los pueblos, a los territorios y a la sabiduría comunitaria.
Un clamor que interpela
De la diversidad de cartas emergen cuatro elementos que interpelan con fuerza a nuestras conciencias:
Las cartas no solo reflejan conciencia ambiental: constituyen un manifiesto político de las nuevas generaciones, que reclaman coherencia y responsabilidad a quienes toman decisiones en nombre de todos.
Educación, ética y transformación
Este proceso confirma que la educación popular y liberadora es una base esencial para la acción climática. Cuando se combina con la espiritualidad, la expresión artística y el compromiso ético, se activan fuerzas transformadoras capaces de sostener un cambio real.
Las voces de niñas, niños y jóvenes hablan con la claridad de quienes sienten la Tierra bajo sus pies y el futuro en sus corazones. Nos recuerdan que la crisis climática no es solo ambiental: es un reflejo de nuestras relaciones con la vida, de nuestras prioridades políticas y de nuestra responsabilidad ética como humanidad.
Voces que inspiran acción
Algunas expresiones de estas cartas resuenan como verdaderos manifiestos:
Estas voces, surgidas desde territorios diversos, nos llaman a reconocer que la justicia climática no puede esperar. La niñez y la juventud ya lo han dicho con claridad: cuidar la Tierra no es una opción, es un deber político y ético.
Hoy, más que nunca, estamos llamados a escuchar y actuar. La COP30 será la oportunidad de demostrar si estamos a la altura de las nuevas generaciones que nos interpelan con esperanza y valentía.