Balan 16 de agosto de 2021
Solo unas líneas para contaros lo que estamos viviendo en Haití en estos días. El sábado 14 de agosto a eso de las 8,30 de la mañana, sentimos aquí en Balan, un temblor leve. Estábamos en casa Josefa y yo y me acerqué a la cocina donde ella estaba: “un terremotito, Josefa”, le dije y esperamos a que pasara. No sentimos réplicas. Valle y Marta estaban en Dominicana poniéndose una dosis de la vacuna para el COVID y allí se enteraron.
Nosotras vivimos a unos 220 km de la zona afectada por el terremoto. Esos 220km no son el línea recta sino calculando los kilómetros por carreteras en muy mal estado y que dan muchas vueltas para pasar por el mayor número de pueblos posibles. Cuando nosotras hemos ido en coche a esa zona hemos tardado entre diez y doce horas.
La zona afectada, por el terremoto de 7,2 grados, es la península sur, hacia el oeste. Es la misma zona que fue devastada en el 2016 por el ciclón Mateo.
Las ciudades más grandes de la zona son Les Cayes, en la zona sur de la península y Jérémie en la zona norte. Por las noticias y las fotos que mandan vemos que se han destruido gran cantidad de casas particulares, iglesias, hoteles y muchas escuelas. Se habla ya de 1.500 muertos y cientos de desaparecidos. Muchos hospitales están muy dañados, no hay insumos (piden desde hilo de sutura y paracetamol hasta elementos más complejos). Algunas estadísticas ya os llegarán en las noticias.
Sabemos de los esfuerzos de la población por buscar y rescatar a personas debajo de los escombros. Trabajan a mano o con picos y palas en el mejor de los casos.