Síguenos:

Diez claves para Fe y Alegría en la Carta Apostólica “Diseñar nuevos mapas de esperanza”

Daniel Villanueva, SJ 
Coordinador General I Fe y Alegría Internacional


Hace unos días se publicaba la Carta Apostólica del Papa León XIV titulada “Diseñar nuevos mapas de esperanza”, con ocasión del sexagésimo aniversario de la Gravissimum Educationis.

 

La Gravissimum Educationis fue la declaración del Concilio Vaticano II sobre la educación, cuyo título significa “La extrema importancia de la educación”. Se trata de un documento fundamental para entender la postura educativa de la Iglesia, pues en él se afirma el derecho universal a la educación, la responsabilidad primera de los padres en la formación de sus hijos y la misión esencial de la Iglesia en la promoción de una educación integral.

 

Seis décadas después, el Papa León retoma este legado y comienza a delinear su propio pensamiento educativo. ¿Qué nos dice este nuevo texto? Desde Fe y Alegría, encontramos diez claves profundamente resonantes con nuestra identidad y misión.

 

1. Una espiritualidad educativa de esperanza y encarnación

El Papa subraya que la educación no es una actividad accesoria, sino la forma concreta de la misión de la Iglesia. Fe y Alegría ha sido, desde su origen, precisamente eso: el Evangelio hecho relación educativa y cultura popular. En continuidad con la reciente Dilexi Te, León XIV confirma que educar como acto de amor y de justicia está en el corazón de la misión eclesial, no en su periferia.

 

2. La “constelación educativa” como imagen

Una de las metáforas más sugerentes de la carta es la de la constelación educativa católica: una red plural, viva, compuesta por instituciones diversas que convergen en una misma luz y orientación. Es, casi literalmente, una descripción de lo que Fe y Alegría representa: una red global de pequeñas iniciativas que juntas forman un instrumento al servicio de la esperanza a través de la educación, especialmente en las fronteras.

 

3. Diseñar nuevos mapas de esperanza

El texto no mira al pasado, sino al futuro. Repite que no basta conservar: hay que relanzar. Esa idea es clave también para Fe y Alegría: renovar la educación popular desde los signos de los tiempos, ante los desafíos de la digitalización, la inteligencia artificial, las migraciones, la desigualdad o el cambio climático. El Papa nos invita a reconocernos como cartógrafos del futuro educativo, no guardianes del pasado.

 

4. La centralidad de la persona y de la comunidad educativa

Fe y Alegría ha insistido siempre en que la comunidad educativa es el verdadero sujeto del proceso de transformación. León XIV lo reafirma al decir que “nadie educa solo” y que el “nosotros educador” es el antídoto contra el inmovilismo. Esta afirmación sostiene nuestra pedagogía comunitaria y participativa, centrada en la corresponsabilidad y el trabajo en red.

 

5. La educación de los pobres: deber, no favor

El Papa escribe una frase clave para nuestro pensamiento: “La educación de los pobres, para la fe cristiana, no es un favor, sino un deber.” Es una convicción que Fe y Alegría comparte desde su nacimiento: la justicia educativa no es beneficencia, sino derecho. La educación de los pobres es, para nosotros, el núcleo del Evangelio hecho acción.

6. Ser coreógrafos de esperanza

 

Entre las imágenes más bellas del texto está la llamada a ser “coreógrafos de esperanza”: no administradores del sistema, sino animadores del sentido, de la fe y la alegría educativa. Fe y Alegría, como movimiento eclesial, forma parte esencial de esa constelación educativa de la Iglesia, de ese “firmamento de obras y carismas” nacido del Gravissimum Educationis. Somos, sin duda, una de las expresiones más vivas de esa pedagogía encarnada.

 

7. Renovar el compromiso con los más pobres

El Papa nos exhorta a renovar el compromiso con los más pobres. Donde el acceso a la educación sigue siendo privilegio, la Iglesia —dice— “debe empujar las puertas e inventar caminos”. Esa frase podría definir perfectamente el ADN de Fe y Alegría: abrir caminos donde termina el asfalto, tender puentes educativos en medio de la exclusión y la vulnerabilidad.

 

8. Conjugar lo local y lo global

León XIV pide a la Iglesia “proyectos comunes entre continentes, intercambios de docentes y estudiantes, cooperación misionera y académica”. Se trata de una validación teológica de la identidad federativa internacional de Fe y Alegría, que articula comunidades locales en una red global al servicio del derecho a aprender.

 

9. Educar como acto de fe y discernimiento

El Papa nos confirma en nuestra pedagogía de esperanza: educar es un acto de fe en la capacidad de transformación del ser humano. Y nos desafía a una formación docente integral, que combine competencia pedagógica, espiritualidad, cultura y discernimiento. Es una confirmación clara del foco federativo actual en la formación de educadores populares, capaces de leer los signos de los tiempos con sensibilidad y rigor.

 

10. Una educación al servicio del Reino

En esta Carta Apostólica, León XIV nos reafirma en una visión de la educación como acto de amor y esperanza encarnada. Nos invita a vivir la pedagogía cristiana como discernimiento comunitario del Espíritu en la historia, a fomentar comunidades educativas participativas y abiertas, y a defender el derecho universal a la educación como un deber de justicia y de fe.

 

Creo que no exagero si afirmo que para Fe y Alegría, la llamada principal está clara: reafirmar la educación de los pobres como núcleo del Evangelio; asumir la colaboración global como validación de nuestro modelo de red; sentirnos parte activa de la constelación educativa católica mundial —dialogante, plural, misionera—; y fortalecer nuestra identidad de educación popular eclesial, plenamente inserta en la gran misión educativa de la Iglesia universal.

 

Ojalá todos y todas podamos encontrar un momento para leer esta carta, en la que, estoy seguro, hallaremos ánimo, horizonte e inspiración para seguir haciendo de la educación un acto de esperanza. Que sus palabras nos impulsen a soñar, crear y seguir abriendo caminos allí donde aún parecen imposibles.

 

Leer carta completa aquí.

©2025 Todos los derechos reservados