Escuelas que inspiran futuro
Escuelas que inspiran futuro
Patricia Yurquina Peralta
Formación para el Trabajo I Fe y Alegría Bolivia
En las remotas aldeas de Andranomavo y Ambohibolamena, situadas en el distrito de Ikalamavony, sopla un viento de cambio. Fe y Alegría Madagascar, en estrecha colaboración con las comunidades locales, ha puesto en marcha un ambicioso proyecto de construcción de escuelas con el fin de garantizar un entorno de aprendizaje seguro, inclusivo y sostenible.
Estas obras responderán a necesidades concretas: dos aulas en Andranomavo y tres aulas en Ambohibolamena. Pero detrás de las cifras hay sobre todo una voluntad común: ofrecer a los niños y niñas un lugar donde puedan aprender con dignidad, protegidos de la lluvia, el viento y el sol.
En este proyecto se destaca el compromiso inquebrantable de los habitantes. Hombres, mujeres, jóvenes y ancianos se movilizan: cada uno aporta su fuerza; unos transportan arena y piedras, otros cocinan para alimentar a los obreros. Los padres no dudan en dedicar su tiempo libre, a veces después de una larga jornada en el campo, para participar en la construcción. Cada uno, según sus posibilidades, aporta, con la convicción de que esta escuela pertenece a toda la comunidad.
Este trabajo colectivo no se limita a las paredes. Alimenta un espíritu de solidaridad y orgullo: los habitantes saben que están construyendo algo más que un edificio, están construyendo un legado para las generaciones futuras. Esta dinámica refuerza los lazos entre las familias y crea un fuerte sentimiento de pertenencia en torno a la escuela.
Para Fe y Alegría Madagascar, esta iniciativa se inscribe plenamente en su misión: «Educar, transformar y liberar». Para las comunidades de Andranomavo y Ambohibolamena, estas escuelas son mucho más que infraestructuras: son el símbolo de un sueño compartido, de un compromiso colectivo y de la certeza de que juntos es posible cambiar el futuro.