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22 enero 2024

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Entreculturas-Fe y Alegría España prepara el encuentro de las juventudes

Irene Ortega

Lidereza | Iniciativa de Ciudadanía


En tres meses escasos las juventudes de Fe y Alegría se encontrarán en Madrid y en España nos estamos preparando con mucha ilusión. Es un momento muy especial para los y las jóvenes de Entreculturas- Fe y Alegría, que desde 2007  celebran cada dos años un encuentro estatal. Por eso queremos aprovechar para compartir con toda la familia de Fe y Alegría algo más sobre el trabajo educativo que se realiza en España.

 

¿Cómo empezó todo?  El comienzo Fe y Alegría España en 1986 coincide con el inicio de la primera reforma educativa de la democracia. Es una época de esperanza y de cambio en la cual la educación experimenta un proceso de mejora acelerado. Se consolida un sistema público de gestión mixta entre el Estado y entidades no lucrativas en el que la Compañía de Jesús cuenta con un buen número de colegios en contextos populares rurales y urbanos. En ese escenario Fe y Alegría España debía encontrar su aporte de valor. En los primeros años su acción se centró en apoyar la labor de las Fe y Alegrías en América Latina a través de la captación de fondos, el voluntariado internacional y la sensibilización canalizar la  solidaridad de la sociedad española. 

 

Sin embargo, la Educación Popular  formaba parte de la identidad de Fe y Alegría España y  resultaba tremendamente inspiradora y pertinente en el contexto. Sus postulados y experiencias llegaban a través un constante intercambio de personas y saberes en el que el voluntariado jugó un papel importante. Confluyó con la Pedagogía Ignaciana y con otras corrientes propias del contexto español como movimientos de solidaridad internacional, pacifistas, anticolonialistas y alterglobalización que planteaban sus propios principios pedagógicos. Todo ello  nos llevó hasta el paradigma de la Educación para la Ciudadanía Global. 

 

Los primeros proyectos educativos de Entreculturas- Fe y Alegría España tuvieron lugar en los años 90.  Consistieron en la elaboración de materiales didácticos y en la formación docente a través de alianzas con centros educativos tanto de gestión estatal como de la Compañía de Jesús y otras congregaciones. Estas líneas de trabajo se han mantenido hasta hoy, amplificándose en algunos periodos a través de la colaboración con el Ministerio de Educación y de los centros de formación del profesorado competencia de las administraciones territoriales. 

 

En 2001, con la voluntad de crecer en nuestra práctica de Educación Popular, nace la Red Solidaria de Jóvenes, un programa de educación no formal desplegado en unos cien centros escolares y socioeducativos. En él, grupos de jóvenes se forman sobre los retos globales de nuestro tiempo (igualdad de género, defensa del medioambiente, migraciones e interculturalidad, cultura de paz y derecho a la educación).Y diseñan y protagonizan acciones de sensibilización, formación, movilización, incidencia y comunicación en sus entornos para trabajar por la justicia social. Las y los jóvenes son protagonistas del programa, con el acompañamiento de una educadora o educador de su centro o grupo y del equipo educativo de Entreculturas. 

 

En esa primera década de los dos mil nos preguntamos también qué significa en España estar “dónde acaba el asfalto”. En una sociedad sujeta a cambios rápidos, a crisis económicas que agudizaron la precariedad y el individualismo y en la que el alumnado migrante crecía de manera muy significativa, priorizamos trabajar en centros  rurales o ubicados en contextos de exclusión social. La lógica que comenzamos entonces y aún mantenemos se basaba en la idea de romper las barreras de la exclusión. Por eso no solo trabajamos en estos centros sino que procuramos generar espacios conjuntos de participación igualitaria en donde confluyan jóvenes y educadores de diferentes contextos socioeconómicos. Para ello hace falta poner en marcha una serie de medidas compensatorias y de ruptura de estereotipos y prejuicios. 

 

En el año 2016 y en el ámbito de la educación formal, comenzamos a trabajar en la etapa de Formación Profesional Básica, último recurso del sistema para evitar el abandono educativo temprano, que permite acceder al título de Educación Secundaria Obligatoria a través de una fuerte adaptación curricular. Trabajamos el desarrollo de capacidades socioemocionales para favorecer la continuidad educativa en grados intermedios de formación para el trabajo y prevengan la salida al mercado laboral con una baja cualificación. También llevamos a cabo un proyecto de emprendimiento social y en estos últimos años estamos ensayando vías para favorecer la participación ciudadana de estos chicos y chicas, tanto desde las aulas de Formación Profesional Básica como promoviendo el acceso de jóvenes en riesgo de exclusión social a cursos de formación de monitores de ocio y tiempo libre, una titulación homologada que puede contribuir tanto a su integración sociolaboral como a la creación de oportunidades de participación social. 

 

Intentamos vincular la escuela con la comunidad y ambas con la acción pública, entendida esta como la organización y participación en acciones de movilización social e interlocución con autoridades políticas en su ámbito local y en ocasiones en otros espacios de representación más amplios a nivel estatal. Por ejemplo, desde su creación en 2020 hasta la fecha la Red Solidaria de Jóvenes cuenta con una representante en el Consejo Estatal de Infancia y Adolescencia, órgano consultivo del Ministerio de Derechos Sociales formado por niños, niñas y adolescentes. 

 

Otra de las vías para canalizar la acción pública de las comunidades educativas  es la Campaña Mundial por la Educación y en concreto la Semana Mundial de Acción por la Educación en la que se involucran tanto estudiantes como docentes, universidades y grupos de educación no formal. 

 

Muchas cosas han cambiado en estas décadas. La intervención educativa de Fe y Alegría en España ha ido adaptándose a los cambios del sistema educativo y del  contexto socioeconómico. Pero las fuentes continúan siendo las mismas. Y por eso nos emociona tanto recibir en abril a jóvenes y educadores de diez países de Fe y Alegría y acoger el Encuentro Internacional de la Red Generación 21+. ¡Os esperamos!

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