25 de agosto 2021

Las primeras Normas para la Protección Infantil fueron introducidas hace más de 12 años por una coalición de organizaciones no lucrativas de ayuda y desarrollo que luego se convirtieron en Keeping Children Safe.

Desde entonces ha habido un creciente reconocimiento de que, del mismo modo que los riesgos para la infancia por parte del personal y los colaboradores de una organización, los programas diseñados de forma inapropiada y la gestión operativa deficiente también pueden generar la posibilidad de entrañar riesgos para los niños y niñas.

Keeping Children Safe representa un compromiso de aquellos que trabajan en este sector
para garantizar que sus organizaciones “no causan daño” (“do no harm”) y que cumplen con la responsabilidades establecidas por la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas para la protección de los niños y niñas de cualquier forma de abuso, negligencia, explotación o violencia.

En base a los conocimientos y experiencia de diferentes expertos, Keeping Children Safe ha desarrollado las Normas Keeping Children Safe, que han sido posteriormente complementadas con un amplio kit de herramientas para poder implementar dichas Normas.

Paulo Sergio Pinheiro, experto independiente de las Naciones Unidas para el estudio de la
violencia contra los niños, reconoció la importancia del kit de herramientas, afirmando: “Ofrece una oportunidad excelente no solo para la mejora de la calidad y profesionalidad de aquellos quetrabajan con niños, sino lo más importante, ayudará a conseguir un mayor impacto en los niños y niñas.”

Desde que se publicó por primera vez, cientos de organizaciones y miles de profesionales de todo el mundo han utilizado el kit de herramientas. La continua demanda de estas herramientas refleja el creciente reconocimiento de las organizaciones, que trabajan, afectan, o entran en contacto con niños/ niñas , y tienen la responsabilidad de protegerlos.

Pero, ¿qué es la protección infantil?

La protección infantil es la responsabilidad que tienen las organizaciones de garantizar que su personal, operaciones y programas no causan ningún daño a los niños, es decir, no exponen a los niños/niñas al riesgo de daños o abusos, y que cualquier posible preocupación que tenga la organización sobre la seguridad de los niños dentro de las comunidades donde trabajan, son comunicadas a las autoridades apropiadas.

“Do no harm” es un principio que ha sido utilizado en el sector humanitario pero que puede aplicarse del mismo modo al campo del desarrollo. Se refiere a la responsabilidad de las organizaciones de minimizar el daño que pueden estar haciendo involuntariamente como resultado de sus actividades organizativas.

Conozca aquí a profundidad todas estas normas y herramientas que pueden ser utilizadas para garantizar que todas las niñas y los niños sean protegidos.