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Y vimos su gloria

Elias
Comunicaciones
I Fe y Alegría Panamá


Breves reflexiones desde nuestra experiencia de acompañamiento en Fe y Alegría Panamá.

 

Y Dios habitó en medio de nosotros

 

Siempre me ha gustado mucho el prólogo de Juan. No sólo porque fue el primer texto que pude leer de corrido y sin miedo en griego, sino porque tengo una enorme consolación cuando leo el versículo 14: …Y la palabra se hizo carne y puso su tienda (o acampó) en medio de nosotros. Καὶ ὁ λόγος σὰρξ ἐγένετο καὶ ἐσκήνωσεν ἐν ἡμῖν” (Kai ho logos sarx egeneito kai eskenosen en hēmin)

 

Y es que a mi modo de entender a diferencia de los otros evangelios en donde Jesús va revelándose, aquí desde el inicio el o los autores del cuarto evangelio nos dice(n) desde el inicio la verdad: Vamos a hablar del Cristo y todo el Evangelio se convierte en un flashback, de lo ya conocido.

 

Pero ¿A qué viene esto? Precisamente a que como dice la parte final del versículo 14: “hemos visto su gloria”. Y la hemos visto en 69 vidas trastocadas con las que hemos compartido en Fe y Alegría Panamá.

 

Un vuelo que cambio sus vidas

 

Eran 299 en febrero de este 2025, llegaron tres vuelos. La noticia corrió, las ventanas de un hotel muy lujoso se llenaron de un pedido: Help Us!. Para principios de marzo 112 de ellos estaban en San Vicente, Darién, 110 fueron dejados en un parqueo de un enorme centro comercial; de ellos 69 llegaron a Fe y Alegría. Ese vuelo desde Estados Unidos cambio sus vidas…y las nuestras.

 

De Babel a Pentecostés

 

Once (11) nacionalidades, de ellos solo uno hablaba español. El resto algo de inglés. Venían desde diversos países: Afganistán, Camerún, China, Etiopía, Eritrea, Ghana, Irán, Nepal, Nigeria, Pakistán,Rusia, Somalia. Una Babel de idiomas, de nuestro equipo solo el padre Marco es políglota, el resto minimamente masticamos el español, pero nos  defendimos con mucha fe y eso al final nos dio mucha alegría. Nos inventamos señas, palabras, gestos…nos fuimos entendiendo Pentecostés se fue abriendo paso, el Espíritu se manifesto en su siempre eterna pedagogía popular. Desde el siempre coqueto Tum Tum hasta el modo de llamar a nuestro compañero Alberto Agrazal: ¡Aberto! ¡Aberto Noodles! La pedagogía del amor escribía y daba sentido al lema de de este año: Fe y Alegría, 70 años educando corazones. Ese es el lenguaje de nuestro Movimiento.

 

De ignorados a treding topic

 

Fe y Alegría Panamá se mencionó en New York Times, The Atlantic, Christian Science Monitor, BBC News, CNN, NBC, El País, cadenas de televisión nacionales e internacionales. ¿Quién lo iba a pensar? Hace cuatro meses muchos no sabían ni dónde quedaba Las Mañanitas. ¿Pero qué significo para nosotros esta exposición? Pues visibilizar el dolor de tantos, sus angustias y esperanzas. Y como bien decía nuestro querido Papa Francisco: que «No olviden nunca su dignidad humana», porque «no son un descarte». Aprendimos que el dolor por muy treding topic no garantiza sensibilizar, pero si recordar a la humanidad la enorme responsabilidad para con los otros.

Samaritanos de diversas partes

 

Este septiembre se celebra la Jornada Mundial del Migrante y el refugiado de la Iglesia Católica. El lema es: “Migrantes misioneros de esperanza”. Y lo creo firmemente. Para nosotros ellos han sido nuestros samaritanos y fuente de la alegría del evangelio. Ellos nos vieron, se acercaron (forzadamente) y nos cuidaron en nuestra fe. Cada despedida se transformaba en un ritual doloroso y esperanzado. Nosotros llamados a cuidarlos nos dejabamos amalgamar por una fe que abraza, nos dejamos configurar por esas miradas que al principio nos vieron como extraños y nos terminaron diciendo “Baba”, “Mama” y que nos llamaba por nuestros nombre: Father Marco, Thais, Alberto, Mersha…Raquel, Karen, Soto, Vladimir, María… y fuimos y vimos y nos quedamos.

 

Hagamos dos tiendas

 

Y llegaron de repente, por un mes, los novicios jesuitas, los últimos después de 50 años en Panamá del Noviciado.  Un privilegio enorme. Gonzalo, Augusto y José Miguel, pusieron su tienda (literalmente) y estuvieron contemplando la “gloria de Dios”, es decir: que el pobre tenga vida. Fueron un enorme aporte para un equipo que después de dos meses mostraba signos de cansancio. Hasta nuestras unidades caninas han aportado seguridad, diversión y muchas carreras. Y como olvidar a nuestros hermanos evangélicos de la Fundación Ayudemos a los Migrantes que cada día nos acompáñaron con una fidelidad alegre y digna, igual que Natalia una joven colombiana doctoranda en Ontario Western University o los de la Red Franciscana para Migrantes o nuestros amigos de la Red Clamor. Gracias por esas “champitas” de esperanza.

 

La noche entre más negra…anuncia que vendrá el amanecer 

 

Son las cuatro de la madrugada, el estruendoso silencio es roto por el canto de las aves y el ladrido de las que llamamos las unidades caninas de Fe y Alegría. Dos o tres mosquitos que buscan su comida revolotean alrededor nuestro. Murmullos de algunos madrugadores. Hablan su lengua, una de las tantas que se arremolinan en esta mini Babel desde el 12 de marzo aniversario de un beato-martir salvadoreño: Rutilio Grande, aquel que compartio la muerte violeta con miles de campesinos salvadoreños.

 

El día anterior, a la tenue luz de una luna y la suave brisa podía mirar sus rostros, unos fumaban, otros jugaban, la mayoría se comunicaba por celular con sus familias. Sesenta (60) fueron las historias que hemos acogido en Fe y Alegría, usamos los traductores para comunicarnos y contar sus vidas. Llegaron con miedo, pensaban que los llevabamos a otro “centro de detención” y se encontraron con la generosidad de muchos y muchas. Sus temores se fueron apaciguando. Me senté y reflexioné ¿Qué hace que estemos aquí? ¿Qué hace que ellos estén aquí? Mientras pensaba esto volvía a escuchar la misa de aniversario de Fe y Alegría Venezuela, y me dije “allí donde termina la esperanza…allí empieza Fe y Alegría”. Porque de eso se trata esto. Cuando un sistema los despoja y los arroja a su suerte el Dios bueno viene en el rostro de tantos y tantas como hace 70 años lo hizo el Padre Velaz y sus estudiantes universitarios o en la generosidad de Abraham y Patricia.

 

Ellos y ellas son parte de 299 personas que fueron forzadamente arrojados a Panamá por un sistema que como dijo el Papa Francisco es insensible y que busca justificaciones como que no tienen papeles, olvidan que eso no les reduce ni quita su derecho a ser tratados con dignidad.

 

Callo ¿Qué más queda? Frente a estas ovejas sin pastor decir algo esta de más. Dejar que hablen, apenas conocerlos, animarlos, guardar como María “todo en nuestro corazón”. Les miro y uno me mira con unos ojos negros como esta madrugada que escribo; me dice en un español cortado: gracias. Un gracias extendido a cada creyente católico, evangélico que ha colaborado con hacerles recordar que son hijos e hijas de Dios. Porque igual que en todos lados son muchos los que aportan fe, para dar alegría y así construir unidos “la esperanza de Dios” cono dice nuestro himno.

 

Recibo ese “gracias”, como comunión con aquel descartado en la cruz y entiendo con claridad aquella frase hermosa “la noche entre más negra, anuncia que vendrá el amanecer” y sé que vendrá.

 

Nota: Gracias al equipo de Fe y Alegría, esto es de ustedes, ustedes han manifestado la grandeza y la alegría de un evangelio siempre actual. Yo como 1Co 15, 3-8 solo transmito lo que me fue dado.

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