Síguenos:

30 marzo 2022

No hay comentarios

Fe y Alegría sexagenaria con mucha vitalidad

30 marzo 2022

 

 

“Tenemos muchos problemas, padre, pero lo que más nos preocupa es que nuestros hijos no tienen escuela”, le dijo al padre José María un vecino de lo que hoy es el barrio popular 23 de enero, en Caracas. Estamos hablando de una anécdota del año 1955, cuando en Venezuela se vivía una dictadura militar, y el padre José María Vélaz SJ, recorría comunidades populares con alumnos de la recién fundada Universidad Católica. Y José Mari empezó a buscar una salida a esa preocupación: escuela para los niños.

 

Es bueno recordar ese origen de lo que hoy es un gran movimiento de educación popular integral y de promoción social, como se define Fe y Alegría. Estamos cumpliendo 67 años y hay que decir que somos una gran familia, extendida por 22 países, en medio de un mundo en pandemia, con amenazas al propio planeta – la Casa Común, en único que tenemos – y con grandes brechas de desigualdad. Y ahí seguimos nosotros, los que seguimos creyendo en el poder de la educación y en la construcción de la sociedad justa y fraterna desde la educación.

 

Es bueno recordar qué elementos fundaciones permitieron esa primera escuela, hace 67 años: la capacidad de soñar y de atreverse del padre José Mari, las alianzas que supo hacer –porque creía y confiaba en otros -, la generosidad del pueblo venezolano, representado en aquel momento por Abrahán y Patricia Reyes, gente humilde y de fe que cedió parte de su casa la cual llevaban años construyéndola, también la generosidad de esos alumnos de la UCAB y de las primeras maestras. Añadamos algo que el padre Luis Ugalde señala en uno de sus artículos sobre Fe y Alegría: la necesidad manda.

 

En mi caso personal con más de 40 años en el movimiento, sigo viendo esos elementos: capacidad de atrevernos y reinventarnos, hacer alianzas tanto para pedir ayuda como para darla, confiar en gente generosa, los ojos abiertos para ver la necesidad, la realidad que impone unos retos.

 

Ya se ha dicho que las dificultades son oportunidades, son retos, y, ¡ hay que ver cuántos retos tiene hoy el derecho a la educación! Y desde los sectores más necesitados para los cuales Fe y Alegría fue creada, muchos más.

 

Comencemos por decir que, en todo el mundo, hace dos años se suspendieron las clases presenciales por el tema de la pandemia. Educar a distancia no era una novedad para los adultos, o para la educación superiores, pero para niños, niñas y adolescentes si era una novedad, ni los estudiantes, ni los educadores, ni los centros educativos, estaban preparados para educar a distancia, pero abandonar no se planteaba como alternativa. En Venezuela, por ejemplo, a los 15 días de haberse decretado la cuarentena y la suspensión de clases presenciales, la Dirección Nacional de Escuelas junto con el Instituto Radiofónico, organizó un equipo y se comenzó el programa La Escuela en la Radio, para ofrecer clases para educación inicial y la primaria. Un equipo de maestras/ locutoras se ha ido entrenando, y mejorando, con un equipo que evalúa forma y fondo. Hay decir que en Venezuela el IRFA tiene 23 emisoras de radio, y si bien no podemos con ellas llegar a las 177 escuelas, dado quee algunas están en medio de la selva, otras en zonas rurales donde no llega señal, y no en todas las grandes ciudades tenemos emisoras, pero también hay que decir que alumnos que no son de Fe y Alegría se han beneficiado de ese programa.

 

En esa misma atención de educación a distancia, se han utilizado diversas modalidades, pues con una sola estrategia no se llega a todos: grupos de wasap para atender a los chicos de bachillerato, para lo cual se hizo una campaña de manera de dotar a las escuelas suficientes teléfonos inteligentes… Se hicieron malabarismos… También guías instruccionales para los lugares donde no se podía atender ni con la radio, ni por grupos de wasap… Se comenzó con una atención del 42% de chicos atendidos y el año escolar terminó, a finales de junio, con 82% de les estudiantes atendidos.

 

 

Y no sólo se trata de atender la emergencia por la pandemia. En medio de la emergencia humanitaria compleja que afecta a Venezuela desde hace varios años, educar para la ciudadanía, educar en DDHH ha sido una línea en el programa Escuela, pues se aprende a ser ciudadano desde la educación inicial. No hay que descuidar ninguna dimensión. Por ello la importancia del trabajo en equipo para poder llegar a todo lo necesario.

 

 

La otra dimensión es la de actualización y formación de los maestros, no solo en la parte tecnológica, sino también en el acompañamiento psicoafectivo, todo lo referente a la educación emocional, muy necesaria en tiempos de cuarentena. El Centro de Formación e Investigación Padre Joaquín de Fe y Alegría Venezuela inició, a pocas semanas de la suspensión de las clases presenciales, foros chat para dar herramientas a los docentes, no solo a los nuestros. Y la Federación hizo lo propio con su Escuela Virtual.

 

Atención a las madres, también se incrementó, pues a distancia las madres tienen que acompañar a sus hijos, no sustituir a los maestros, pero si acompañarles. Se hicieron micros para radiarlos, jornadas de foros chats… La necesidad manda. “Para mis queridas madres / les doy este buen consejo/ respire profundo un rato/ y ríase frente al espejo”.

 

En estos tiempos de emergencia, la cooperación entre los países donde está Fe y Alegría se ha incrementado, no solo por los programas federativos, sino también esas alianzas bilaterales, que van surgiendo de la confianza del caminar en la misma dirección, aunque estemos en diferentes países. ¿Cuántas veces no nos hemos llamado para consultar o para ser consultados?

 

Agreguemos que, a pesar de la situación difícil, de la cual Fe y Alegría nunca ha escapado, se crea la primera escuela en Nepal, y en Haití, país golpeado por la crisis política, la económica, la pobreza en la que ha estado inmersa desde hace décadas, Fe y Alegría hace muy poco, crea un nuevo centro educativo.

Ciertamente en Fe y Alegría no estamos acostumbrados a sentarnos a esperar que el maná venga del cielo, o a esperar que otro venga y arregle, mucho menos a abandonar las banderas por que haya dificultades. “¿Hasta dónde podrán llegar el ingenio la ilusión y los anhelos?”, se pregunta José María en su poema El Testamento… ¿Qué dicen Uds.? ¿No creen que somos una institución sexagenaria con mucha vitalidad?

 

Luisa Pernalete

Centro de Formación e Investigación Padre Joaquín

Fe y Alegría Venezuela

Traducir / Traduzir / Traduire / Translate :

©2024 Todos los derechos reservados