Conocí Fe y Alegría desde mi etapa en la escuela y colegio, cuando nuestra acción social era vender boletos de la rifa, para que otros niños/as se pudieran tener acceso a la una educación de calidad. Luego en la etapa universitaria, me encontré nuevamente con Fe y Alegría, para hacer las prácticas pre profesionales y así me enganché en esta propuesta; al principio colaborando desde lejos y luego trabajando plenamente en el Movimiento.
En Fe y Alegría he crecido humana y profesionalmente; mi crecimiento humano ha consistido en conocer personas y contextos, que han confrontado mis propios valores, que me han ampliado la visión, que me han llevado a hacer opciones personales y familiares para trabajar por ser mejores personas cada día y poner nuestras capacidades al servicio. No puedo dejar de mencionar el crecimiento profesional, ya que Fe y Alegría me ha permitido trabajar en distintas instancias: docencia, cargos directivos y de coordinación a nivel local, nacional e internacional. Desempeñar distintos roles, me ha dado un bagaje de conocimiento, experiencia y práctica, que siempre redundan en un crecimiento de saberes y capacidad de respuesta ante los retos cotidianos. En familia decidimos que nuestra hija, se eduque en Fe y Alegría, pues queremos que sea crítica, reflexiva, comprometida con la equidad y promoción de derechos; que reciba una educación que le enseñe a ser líder y a servir.
Lo que, de Fe y Alegría, me resulta apasionante y retador es la búsqueda constante de estrategias que promuevan la transformación personal y social, a través de la educación, siento que la misión y visión de Fe y Alegría posibilita que el proyecto personal encaje con ese deseo universal de una mejor humanidad, un mejor mundo, a través de una educación con intencionalidad ético, política.
Mi paso por el Equipo Federativo Internacional y la responsabilidad en la Subdirección Nacional de Fe y Alegría Ecuador, han sido experiencias de hondo aprendizaje, de compartir saberes y de conocer diversas maneras para impulsar un cambio social, oportunidad para ampliar visión y autocritica y por ello me atrevo a decir, que Fe y Alegría en estos 67 años de vida, ha llevado la chispa al incendio y ahora es momento de atrevernos a más, sin perder la esencia de la educación popular y promoción social: es momento de ir donde otros aún no están, de trabajar con otros y otras que tienen un objetivo común con nosotros, de fortalecer la redarquía y de renunciar a liderazgos individuales para construir una comunidad en búsqueda de transformación, es tiempo de valorar la diversidad y buscar la igualdad y equidad, somos agentes de cambio social, por ello nuestra incidencia debe estar llena de prácticas y obras concretas. No olvidemos que la educación sigue en emergencia, muchos han abandonado o han sido expulsados de las aulas, se ha perdido calidad en los logros de aprendizaje, se ha precarizado las condiciones de los educadores/as, se han profundizado las desigualdades; sigamos buscando estrategias para transformar personas y comunidades, procurando ser esos herederos que multipliquen los afanes y hagan crecer los horizontes.
Por muchos años más de vida para Fe y Alegría
Feliz Aniversario 67
Gehiomara Cedeño Toro
Marzo 6 de 2022